Lo agricultores del campo murciano se decantan, por el contrario, cada vez más por cultivos de hoja y brássicas o, en el caso de los hortícolas, por el pimiento. Respecto a las posibles causas de este descenso del cultivo de tomate en los últimos años, desde la Consejería apuntan directamente a la "fuerte competencia de Marruecos" y, más recientemente, "a las altas temperaturas de julio de 2017 que hicieron bajar los rendimientos con respecto al año 2016" y, por tanto, presentar dudas respecto a la continuidad de estos cultivos. 

 

En cualquier caso, los productores que sí apuestan por el tomate han tomado como tendencia habitual la de aumentar el ciclo de recolección en invierno hasta primavera y, sin embargo, bajar el tomate de recolección en verano. "La feroz competencia de Marruecos con trato preferencial en la Unión Europea y con menos requisitos fitosanitarios y laborales" es el motivo principal por el cual el cultivo de esta solanácea se está encontrando cada vez con más dificultades en el campo murciano, según han destacado desde la Administración. En contraposición, las casas de semillas continúan trabajando por aportar a estos agricultores variedades plenamente competitivas que les permitan volver a las cifras de hace unos años con tomates que sean rentables y productivos.

Por otro lado, la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca de la Región de Murcia también ha informado a FHALMERÍA de que la superficie plantada de tomate en el año 2017 fue de 2.476 hectáreas en riego localizado. De éstas, 2.353 estaban en invernaderos con niveles de tecnificación muy altos. 

En cuanto al cultivo de tomate en Murcia, destaca como zona productora Mazarrón y Águilas con 2.187 hectáreas de superficie de tomate en invernadero, lo que se traduce en casi el 93% de la superficie de tomate invernada de Murcia.

 

Finalmente, el tomate liso es el más representativo aunque está perdiendo importancia en los últimos años.

 

 

 

Almudena Fernández