Syngenta aboga por favorecer las poblaciones de polinizadores con la creación de hábitats específicos

Syngenta presentó el pasado jueves, 17 de enero, su proyecto internacional ‘Operación Polinizador’ en las instalaciones de semilleros Laimund, en el municipio de Níjar (Almería). En la jornada de presentación se incidió en la necesidad de que el sector agrícola del sudeste español vire hacia iniciativas plenamente sostenibles que apuesten por la biodiversidad para garantizar la sostenibilidad, a largo plazo, del sector.

Entre las claves que aportaron los ponentes estuvo la necesidad de apostar por plantas reservorios o medidas como las casas de insectos para la mejora de llegada y permanencia de los polinizadores en las inmediaciones de los cultivos.

Francisco García Verde, responsable de proyectos de sostenibilidad de Syngenta, fue el encargado de conducir el evento. Se remontó al año 2001, cuando ya se comenzaba a abrir el debate en la agricultura almeriense sobre la necesidad de establecer medidas antes los problemas de polinización. Así, el germen de ‘Operación Polinizador' nació de la mano de esta multinacional en Inglaterra y, en la última década, han trabajado para adaptar este proyecto a la agricultura almeriense y murciana.

García Verde aludió al apoyo de las instituciones y administraciones para que esta agricultura "siga marcando tendencia y siendo pionera" y recordó que la apuesta por la innovación "no puede ser solo en producto sino que cada vez tiene más que ver con el medio ambiente". En esta línea, el responsable de proyectos de sostenibilidad de Sygngenta, consideró que "se puede hacer una agricultura competente y responsable, compatible con polinizadores y respetuosa con el entorno".

Por otro lado, Luis Miranda, también de Syngenta, entró en detalle para explicar algunos de los criterios para la elección de especies vegetales que conformen el reservorio con el que se trata de incrementar la diversidad y las poblaciones de insectos polinizadores a través de la creación de hábitats adaptados a las especies de insectos y las condiciones locales. Por ello, citó la necesidad de que estas plantas sean autóctonas, de fácil manejo a lo largo de su ciclo, que exista diversidad con el máximo de cobertura floral a lo largo de todo el año y que, por ejemplo, sean especies con capacidad competitiva frente a las malas hierbas locales.

Cambio climático

Con posterioridad tomó la palabra, Jan Van Der Blom, de COEXPHAL, quien realizó una interesante intervención sobre la sostenibilidad como factor clave de la estrategia empresarial agrícola. Así, durante su intervención se detuvo en el riego, la gestión de los plásticos y el control biológico como tres pilares del sector en los que se puede continuar mejorando para ganar en sostenibilidad. Van Der Blom incidió en cómo el cambio climático está conllevando problemas de plagas en épocas del año en las que anteriormente no había y citó la tuta absoluta como una plaga que, hasta hace poco, no ocasionaba problemas en otoño como ha ocurrido este 2018. En este sentido, se mostró convencido de que "el control biológico será la única arma sostenible para eliminar plagas" por lo que animó al sector a enfocar su atención a la agrotecnología.

En tercera instancia tomó la palabra María Fernanda Campa, de Greenyard Fresh. La experta realizó un recorrido por los avances de la agricultura almeriense en los últimos años y se centró en la demanda actual del consumidor europeo, tendente a la exigencia de mayor información sobre lo que consume y, además, inclinado a la compra de productos de gama bio. En este contexto, María Fernanda Campa consideró que ‘Operación Polinizador' de Syngenta favorece la conservación y mejora de la biodiversidad en el entorno agrario y supone "una respuesta clave a las inquietudes de los consumidores en el capítulo de la sostenibilidad de las producciones agrícolas, además de una exigencia de los clientes respecto a la potenciación de la biodiversidad".

La jornada se completó con la intervención de Juan Antonio Sánchez, del IMIDA (Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario), quien detalló los distintos estudios que han realizado para adaptar la ‘Operación Polinizador' a las características el campo del sudeste español con parcelas experimentales en Almería y Murcia. Aportó datos curiosos como la existencia de 20.000 especies de abejas en el mundo (unas 2.000 en la península ibérica) y dio claves sobre el diseño de márgenes florales.

En ese contexto de ayuda de las administraciones que reclamaban desde Syngenta, también intervino José María Bayo, de la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía. En su intervención, Bayo ofreció las claves para que los productores conozcan las ayudas para el establecimiento de reservorios (medida 10.1.9 del PDR de Andalucía) y animó a la participación en OPFHs para que Almería pueda acogerse a cuantas más ayudas mejor. Bayo reconoció que el establecimiento de estos hábitats para favorecer la llegada de polinizadores es todavía incipiente pero que "cada vez hay más preguntas e interés por acceder a este sistema".

El encargado de cerrar el evento fue Óscar Aguado, entomólogo colaborador de ‘Operación Polinizador' que ha desarrollado el proyecto en cultivos extensivos, hortícolas y frutales. En su interesante discurso hizo hincapié en la variedad existente de polinizadores y en que "cada planta tiene su polinizador"; igualmente ahondó entre la diferencia entre unas abejas u otras y, además, aportó ideas prácticas para la puesta en marcha de plantas reservorio o casas de insectos con las que favorecer la llegada de polinizadores.

Conclusiones
En definitiva, a juicio de Syngenta, ‘Operación Polinizador' no solo aporta respuesta para establecer poblaciones vitales de insectos polinizadores y otros artrópodos, sino que con una cuidadosa gestión y planificación del lugar se puede reducir significativamente la erosión del suelo y ayudar a proteger los recursos hídricos de la contaminación procedente del suelo y de nutrientes.

Con ‘Operación Polinizador' se aumenta el número de insectos polinizadores, se mejoran los rendimientos de cultivo gracias a la mejor polinización, se protege el suelo y, además, se mejoran los vínculos con los mercados como medida medioambiental.

Almudena Fernández