Alberto Urrea, el biólogo responsable del proyecto Aldea 'Reforestación de la Sierra de Gádor para recuperar los acuíferos subterráneos de la Sierra de Dalías' explicó el protocolo de actuación seguido por los agricultores socios de Vicasol y el colegio, tal y como fue presentado: 

1º Se seleccionan variedades de árboles que se adapten bien al clima mediterráneo de la zona (pinos carrascos, algarrobos y acebuches principalmente).

2º Se plantan estas especies en una época del año específica, no puede ser cualquiera.

3º Se añade celtonita, que es una ceniza volcánica que contribuye a captar la humedad ambiental).

4º Para finalizar, se rodean las especies con unos protectores para permitir su crecimiento en las primeras fases.

Estudios científicos demuestran que cuantos más árboles se repueblan, más agua se atrae y se retiene en los acuíferos. "Con unos 500 árboles se puede conseguir hasta un 30% más de capacidad. Ese incremento por unas 20 hectáreas proporcionaría la misma cantidad de agua que la desaladora de Balerma", comentó el responsable biólogo del proyecto.

Además de ser capaces de atraer y facilitar que los acuíferos puedan retener hasta ese 30% más de agua, los árboles son capaces de evitar riadas y, por tanto, evitar desgracias humanas y otras catástrofes.

Vicasol y sus agricultores están comprometidos con la sostenibilidad del medio ambiente en donde viven y vivirán sus generaciones futuras. Con acciones como ésta demuestra su respeto y compromiso. "Es un orgullo contar con agricultores tan comprometidos con la sociedad como José David Cabrera o María Elena Vargas, entre otros casi 1000 socios más. Desde Vicasol nos sentimos orgullosos por tener unos socios tan solidarios como ellos. ¡Muchas gracias!", dijo Carmen Cardila, directora del Departamento de Marketing de Vicasol.