Producción y sostenibilidad, apuesta de Syngenta en el cultivo de melón y sandía

Aplicar la mejora vegetal a lo largo de toda la cadena alimentaria para mejorar la sostenibilidad de cultivos claves en nuestra alimentación como el melón y la sandía, es uno de los compromisos de Syngenta para la acelerar su innovación. Junto con el slogan de “Saber es sabor”, esta es una de las premisas con las que Syngenta está celebrando sus jornadas de puertas abiertas de melón y sandía en su centro de investigación de Torre Pacheco, en Murcia, hasta hoy 28 de junio.

Entre los compromisos de la compañía está también invertir donde importa para los agricultores, consumidores y para el medio ambiente. Anualmente Syngenta invierte más de 100 millones de dólares en investigación y desarrollo de nuevas variedades hortícolas. Cada año pone a disposición de agricultores y consumidores en el mercado una media de 150 variedades hortícolas. En concreto, en la gama de sandías más consumidas en España, la blanca, Syngenta ha conseguido completar el rango de tamaños incrementando el estándar de sabor en esta categoría, asegurando la satisfacción del consumidor final y convirtiendo a Syngenta en la empresa líder en blanca sin semillas. Desde el calibre mini (1,8-2,3 kg) a las más grandes (6-8 kg). Una clara muestra de la apuesta de Syngenta por la inversión a largo plazo en la investigación y desarrollo de cultivos adaptados en especial a las zonas de producción en nuestro país.

Gran parte de la innovación en sandía está dirigida a permitir a los agricultores aumentar su producción y calidad. España es actualmente el mayor exportador del mundo en melón y sandía. En sandía cabe destacar aquí, ejemplos de variedades que han contribuido a que seamos el país del mundo con el mejor rendimiento en la producción, con 4'78 kilos por metro cuadrado (datos Faostat 2017). A estos datos han contribuido variedades que se pueden ver en estas jornadas, adaptadas en particular a la exportación española como Bibo, Red Jasper, Kasmira o Prestige (4 kg).

En palabras de Victor García, responsable de melón y sandía en Syngenta: "En melón, el mercado pide carne más firme y frutos con más vida útil y mayor pos-cosecha, y tenemos que ofrecerle variedades que, cumpliendo estas premisas, no sacrifiquen el sabor". La innovación está dirigida también hacia el consumidor. Se pueden ver estos días en Torrepacheco variedades originales con nuevos sabores, formas y calibres. Así en melón, Syngenta es referente en sabor son sus "piel de sapo" Airen y Macabeo o en la introducción este año, en este segmento, de melones redondos y con menos calibre. También se podrá visitar la amplia gama en melón Charentais con las nuevas variedades de referencia en el sector como Salomón, Tazha y Arpon.

En sandía, se verán las cada vez más demandadas "minis sin pepitas", las preparadas para la comercialización de "corte en fresco" con una carne ultrafirme, muy roja y la nueva variedad 2019 con carne amarilla, así como la nueva gama de sandía negra sin semilla bajo la marca Zeraim.

Entre las nuevas variedades están también las que contribuyen a prácticas de agricultura cada vez más sostenible a la vez que productiva. Novedades de desarrollo de productos con mayor capacidad de adaptarse al clima cambiante, a las sequías y a plagas. La innovación presente está puesta en la contribución a reducir las pérdidas a lo largo de toda la cadena agroalimentaria, y en concreto al gran desafío de reducir el desperdicio de alimentos. En este sentido destacan algunas innovaciones que incluyen resistencias a enfermedades. Es el caso en el bloque de melón Amarillo canario, desarrollado con la marca Zeraim. Se trata del nuevo MY8128 adaptado al segmento tardío, que incluye resistencias a oídio, completando a su referencia en temprano Party que está creciendo su demanda para producción en ecológico debido a que el Oídio es una de las principales enfermedades responsable de grandes pérdidas y desperdicios de principio a fin de la cadena agroalimentaria.