En ASAJA recordamos que enfermedades como la mancha negra, la xylella fastidiosa, o plagas como ocurrió con la Tuta absoluta, pueden provocar importantes daños y pérdidas para las diferentes producciones agrícola europeas por ello se requiere que los controles sean aún más escrupulosos, y se incentiven especialmente en aquellos países que vienen generando alertas, como ocurre con los cítricos de Sudáfrica o con aquellos otros países que no cumplen con las elevadas exigencias fitosanitarias que impone Europa a sus producciones locales.

Según los datos de este informe los principales productos interceptados fueron frutas y hortalizas y le sigue la flor cortada. En este sentido aspectos como la ausencia de certificados fitosanitarios está en el 34% de los motivos de estas interceptaciones, con lo cual se viene a demostrar que Europa debe ser más exigente con aquellos países que generan alertas de forma continua y que no pueden garantizar que cumplen con nuestros mismos requisitos.

Por poner un ejemplo, durante el mes de julio el número de envíos citrícolas procedentes de Sudáfrica interceptados en los puertos europeos asciende a cinco, tres de ellos debido a la presencia de Thaumatotibia leucotreta o ‘falsa polilla' y los otros dos a causa de mancha negra de los cítricos.

ASAJA insiste en la amenaza que la llegada de estas enfermedades puede provocar para nuestras plantaciones citrícolas, "no es la primera vez que solicitamos que si algunos países terceros no son capaces de garantizar la seguridad de sus envíos que entonces se suspendan estos, creemos que la Comisión debe de una vez por todas tomar cartas y cerrar las fronteras a los países que no cumplen hasta que se den todas las garantías," señala Pascual Soler, Presidente de ASAJA.

La Organización pide además a los representantes del Gobierno español y los representantes españoles en las instituciones europeas que reclamen esta rigurosidad en los controles que se realizan en las fronteras de los países de la UE, para garantizar la seguridad de los envíos y el cumplimiento de las normas de producción. Especialmente sensible es el puerto de Rotterdam, por lo que se hace necesario incrementar la vigilancia.

Para ASAJA es indignante que a pesar de las advertencias y quejas reiteradas que desde el sector se viene haciendo sobre este asunto, la Comisión siga haciendo oídos sordos y preste más atención a acuerdos comerciales a los que se dan concesiones y no se garantiza a los productores algo tan sencillo como es la reciprocidad y la igualdad a la hora de producir alimentos.