En estos momentos, las dos soluciones más eficaces en la lucha contra las distintas enfermedades son el uso de variedades resistentes y la eliminación de los vectores de transmisión. En semilleros Saliplant aplican numerosas medidas de profilaxis para poder obtener plantas de máxima calidad.

 

En el primero de los casos, como semillero, "nos debemos adaptar a la demanda del cliente, por lo que el uso de variedades que presenten resistencias depende, en la mayoría de los casos, de las necesidades del cliente". Aun así, las casas de semillas hacen importantes esfuerzos para incluir cada vez más y mejores resistencias en sus variedades comerciales. 

 

En el caso de Saliplant, el semillero siempre hace uso de semilla certificada procedente de casas de semillas con los más altos estándares de calidad, siendo garantía no solo de calidad genética, sino también fitosanitaria. Es el primer paso para garantizar la obtención de plántulas de calidad libres de cualquier problema fitosanitario.

 

Para evitar el contacto de los distintos vectores transmisores de enfermedades, en el semillero se toma una serie de medidas en todos los niveles de producción. La primera medida adoptada es el uso de turba certificada, "lo que nos garantiza un sustrato libre de patógenos. También se procede a desinfectar el agua con el que se realizará el riego durante la crianza de la planta", explican desde el semillero.

 

El siguiente paso es la desinfección de las bandejas una vez han sido usadas por los clientes, así como el uso de fundas de plástico de un solo uso para evitar que la turba esté en contacto directo con la bandeja. Para ello se dispone de una maquinaria específica que sumerge las bandejas en un desinfectante y las seca posteriormente mediante un proceso bandeja a bandeja y totalmente automatizado para asegurar su total desinfección.

 

La hermeticidad de los invernaderos es también un punto fundamental, por ello, para evitar la entrada de insectos, se emplean mallas de última generación como barrera física y sistemas de doble puerta con ventilador. Con este sistema evitamos que dos puertas estén abiertas al mismo tiempo, impidiendo así la entrada de insectos. El ventilador generará además una corriente de aire que imposibilitará la entrada del insecto que se encuentre en la sala previa al interior del invernadero.

 

Dentro del invernadero, se hace uso de métodos de producción integrada, como el establecimiento de cultivos Bánker y la liberación de fauna auxiliar para control de posibles plagas. Esto ayuda a limitar el uso de insecticidas en la planta, evitando la aparición de resistencias.

 

En lo referente a las visitas de agricultores, se utiliza equipamiento estéril. Previa entrada al semillero se dispone de un pediluvio con desinfectante para eliminar cualquier posible patógeno que pueda venir adherido a la suela del calzado. También se hace uso de bata, guantes y patucos con el fin de evitar problemas fitosanitarios que puedan trasmitirse por contacto.

 

Todas las medidas anteriores también se hacen extensibles a los distintos procesos que sufre la planta durante la crianza (repicado, injerto y despunte quizás sean los más significativos). Por ello, desde Saliplant han implantado protocolos muy estrictos que incluyen: desinfección de la cuchilla en continuo durante el injerto, desinfección de las superficies donde se injertan las bandejas a cada bandeja, uso de una cuchilla y par de guantes por partida, desinfección de los accesos a las zonas de injerto y cámaras de prendimiento, desinfección de cuchillas y manos a cada bandeja despuntada, etc. Todo ello sin olvidar la inversión que realizan para obtener el apoyo externo necesario para garantizar la mejor sanidad de la planta.

 

En Semilleros Saliplant "consideramos que la mejor medida para obtener una planta de la máxima calidad pasa por realizar una inversión en medidas profilácticas y prevención, porque la mejor forma de evitar un problema consiste en anticiparse".

 

Por ello, además de todas estas medidas, en Semilleros Saliplant "estamos orgullosos de anunciar la inminente apertura de nuestras nuevas instalaciones. Una ampliación de una hectárea en el semillero de Carchuna que viene a introducir un mayor espacio que nos permitirá mantener la creciente demanda, no solo de una manera sostenible, si no incorporando mejoras con un impacto directo en la calidad final de la planta. Este salto cualitativo nos permitirá aumentar en un 50% la capacidad de injertado, siguiendo nuestra apuesta, 30 años después, en este proceso que se ha demostrado como el mejor y más fiable para el agricultor. Con esta ampliación estrenamos también una nueva imagen para nuestra empresa, que expresa nuestros valores y nuestro compromiso con el campo y con el futuro. Estrechando cada vez más el puente que une la tecnología y la agricultura, avanzando para que cada día formen más parte la una de la otra, trayendo al presente la agricultura del futuro", concluyen desde la empresa.