Unión de Agricultores Independientes agradece la multitudinaria asistencia a la huelga del 19-N, e instan a continuar luchando por la agricultura

Bajo el grito “mañana no se corta, mañana no se vende”, miles de agricultores han mostrado su descontento por los bajos precios en los que se encuentran los productos hortofrutícolas.

Multitud de personas se han unido, esta mañana, a la huelga del sector agrícola que ha tenido lugar en Almería. Desde Unión de Agricultores Independientes "salen contentos y satisfechos por la gran afluencia de gente que se ha unido a esta causa, el futuro del campo", expone Joaquín López, presidente de la Asociación de Unión de Agricultores Independientes.

Al comienzo de la manifestación, los miembros de la asociación han realizado una sentada porque consideran que "las organizaciones agrarias no representan al agricultor", indica Joaquín López. Por ello, han establecido un espacio de separación, en modo reivindicativo, entre el inicio de la marcha, donde se encontraban los miembros de las diversas organizaciones agrarias, y el resto de participantes.

La concentración, organizada por las diferentes organizaciones agrarias (COAG, Coexphal, UPA, Asaja y Ecohal), se ha desarrollado sin altercados graves, destacan desde Unión de Agricultores Independientes, si bien recalcan que "participantes en esta protesta han agredido al presidente de la Asociación U.A.I., propinándole varios empujones".

Unión de Agricultores Independientes asegura que ha intentado "establecer lazos de concordia con las diferentes organizaciones agrícolas aunque, en varias ocasiones, han desprestigiado el trabajo que, en poco tiempo, ha conseguido la organización". Como el caso de intentar silenciar la voz de todos los agricultores almerienses frente a los medios de comunicación, puesto que "no son convocantes de la huelga".

Bajo el grito "mañana no se corta, mañana no se vende", miles de agricultores han mostrado su descontento por los bajos precios en los que se encuentran los productos hortofrutícolas. "Buscamos un futuro para nuestros hijos, para el campo y con estos precios no es sostenible. No podemos trabajar para pagar", apostillan varios miembros de la asociación.

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