Biosol Portocarrero es una de las empresas de producción y comercialización ecológica más asentadas en la provincia almeriense gracias, principalmente, a su dilatada experiencia en un sector que está en continua evolución y a la que, gracias a su profesionalidad, trabajo y entorno familiar entre sus empleados ha sido capaz de hacer frente y responder con gran servicio a cada uno de sus clientes. A lo largo de 2019, Biosol está celebrando su 20 aniversario, una historia que comenzó con una generación de agricultores que dieron todo para que la empresa tenga, a día de hoy, el nombre y el lugar que merece en el campo.
Biosol Portocarrero nació en 1999 y, desde sus inicios, se dedica a la comercialización de productos ecológicos teniendo una línea de trabajo que abarca toda la familia del tomate (rama, pera, cherry rama, cherry pera, cocktail), así como el pepino, pimiento California, pimiento Palermo, italiano rojo, calabacín, berenjena, sandía y melón. A día de hoy, sus diferentes departamentos están totalmente conectados, lo que permite que el resultado final sea el de un producto de calidad, que llega a sus lugares de destino en perfectas condiciones y con una excelente garantía de consumo.
La empresa almeriense, sin duda, ha evolucionado de la mano de sus propios trabajadores, que son los que, junto a una buena gestión empresarial, han hecho de Biosol un referente en ecológico tanto a nivel nacional como internacional. "Trabajar en Biosol es muy fácil y con la organización y el compromiso de todos conseguimos que el resultado final sea muy bueno", asegura Carmen Ojeda, jefa de línea de Biosol.
En la zona de almacén son más de 200 los trabajadores que hacen posible la salida del producto. "El buen ambiente y el trabajo conjunto permiten que todo salga de la mejor manera posible. Además, también es importante la confianza que nos dan desde la empresa, desde el principio que comenzamos a trabajar aquí, y eso nos permite mejorar en nuestras tareas cada día", explica convencida Estela Bonilla, jefa de almacén de Biosol.
Sin duda, una de las premisas de Biosol Portocarrero es contar con una relación cercana y familiar no solo con sus empleados, sino también con sus agricultores y socios, algo que están logrando desde que comenzaran a trabajar en 1999. José Francisco Capel empezó a trabajar con esta empresa en 2001, "una firma que me da total seguridad, transparencia y buen nivel de venta. Además, al ser pionera en ecológico tiene mucha más experiencia que otras empresas, lo que hace que las cosas sean más fáciles para todos". La diversidad en Biosol es una de sus ventajas, ya que no solamente trabajan con agricultores que continúan la tradición familiar, sino que también llegan otros productores nuevos que agradecen "el apoyo y los consejos que nos dan los técnicos de Biosol desde un principio. Yo he comenzado en la agricultura hace pocos años, estaba un poco perdida al respecto, pero con la ayuda de todos los trabajadores de esta empresa he conseguido buenos resultados en mi cultivo y estoy muy contenta con ellos", asegura Lola Bascuñana, productora de la zona de Níjar.
Y es que, el departamento técnico de Biosol está formado por una serie de profesionales que están en continuo contacto con los agricultores para solventar cualquier tipo de duda que estos tengan. "El equipo técnico de Biosol está muy experimentado y esto, sin duda, se traduce en un buen trabajo con el productor", explica Domingo Pérez, responsable de Calidad y Certificación de Biosol, quien, además, indica que "esta firma almeriense tiene mucho renombre en este campo y una gran profesionalidad".
Biosol Portocarrero lleva a cabo un trabajo minucioso que comienza en el invernadero y, a partir del cual, la empresa, ubicada en el excelente entorno del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, realiza un estricto control de trazabilidad hasta que el producto llega a manos del consumidor asegurando un elevado régimen interno de control en todo el proceso de elaboración.
Además, para completar un trabajo y servicio de calidad, los productos ecológicos de Biosol también cuentan con estrictos certificados como el CAAE, en ecológico, certificados sociales como GRASP y Ecovalia, y los de calidad como BRC e IFS Food.

Elena Sánchez