R.- Nuestro programa de mejora se basa principalmente en la selección local para así tener un material muy bien aclimatado al medio. Partimos de material procedente de banco de germoplasma americano, que aporta rusticidad, tamaño y productividad y lo cruzamos con materiales europeos resistentes a las bremias y otras enfermedades de nuestras latitudes, dando como resultado variedades bien adaptadas a nuestras zonas de cultivo con las resistencias adecuadas.

R.- Estamos en una zona muy buena climatológicamente hablando para el cultivo de la lechuga durante todo el año y principalmente en la época de frío, en la que exportamos la mayor parte de la producción. Por circunstancias de mercado, la mayoría de los productores de lechuga hacen monocultivo repitiendo cultivo año tras año en las mismas parcelas. Estas actuaciones, junto con la climatología benigna, ocasionan algunas problemáticas que tratamos de mejorar con nuestro breeding. La incorporación de resistencia al mildiu (Bremia latucae) es una parte muy importante de nuestra mejora, asimismo fisiopatías como ‘Vena rosa', Tip Burn y espigado prematuro dependiendo de la época de cultivo son importantes factores que investigamos. También hay un problema más acusado en los últimos años, es el ‘Big vein' y en el que se trabaja con material tolerante. Por otra parte, en el período de verano está siendo muy problemático el  Fusarium, en el que Meridiem Seeds es líder en variedades resistentes.

R.- Tenemos un programa bastante amplio de tipologías, no obstante, por importancia, las tipo iceberg son las que más dedicación nos lleva, por la exigencia y necesidades del sector de disponer de variedades para las distintas épocas de cultivo, zonas, usos, etc. También en las tipologías romanas y Little Gem se demanda cada vez variedades más competitivas. El segmento de las especialidades y principalmente las Baby Leaf también entran en nuestro programa de mejora.

R.- Es muy importante el contacto directo con los agricultores/productores, ya no solo por el servicio y  atención comercial que se les presta, sino porque te transmiten de primera mano sus problemáticas y necesidades de materia vegetal. Partiendo de la base que la semilla debe tener la calidad requerida en términos de germinación, vigor, pureza, etc., lo esencial para la mayoría es que cuando se recomienda una variedad para una determinada época de cultivo esta tenga el comportamiento y calidad esperados y, por supuesto, con las resistencias adecuadas a cada época en particular. Nuestras recomendaciones están basadas en años de experiencias con las variedades tanto en nuestros campos de investigación, así como de los ensayos previos precomerciales con empresas y agricultores en todas las zonas de producción. En esa línea, nuestras variedades son testadas para diferentes patologías en laboratorios oficiales y con acuerdos con otros laboratorios privados.

R.- Son de sobra conocidos los efectos del cambio climático a nivel global. En la zona, la verdad es que los inviernos son cada vez más cortos y las temperaturas más suaves. También, últimamente tenemos lluvias torrenciales, así como días muy ventosos, etc. Por supuesto, todo esto afecta al comportamiento de las variedades variando sus ciclos, estresando los cultivos por asfixias radiculares, con una fuerte demanda hídrica puntual, deshidrataciones, etc. Nuestras selecciones locales a lo largo de 7-8 años hacen que nuestro material tenga una adaptabilidad a estos cambios extraordinaria. Por otro lado, la obtención de variedades con elevada resistencia a enfermedades y un vigor extraordinario en otras ayudan a una menor aplicación de pesticidas y abonados nitrogenados al medio ambiente, sin perjudicar los rendimientos y calidad en los cultivos.

R.- Ante una oferta varietal muy abundante, con renovación por parte de muchas casas de semillas cada año prácticamente, ponen al agricultor/productor en una situación de saturación que le crea inseguridad y/o incertidumbre sobre qué variedades utilizar. Desde Meridiem, sin entrar en una oferta excesiva varietal, ofrecemos un portfolio de variedades que cubre todo el período de trasplantes en cada una de las zonas de producción y que por sus características de rusticidad y resistencias aseguran un excelente rendimiento y calidad. Un ejemplo de estas variedades son la LI 134 para recolecciones de la segunda mitad de diciembre, LI-118 (Yukon) para recolecciones de enero o LI-149 para el período invernal y LI-139 para cultivos de primavera.

R.- El mercado de lechuga romana ha cambiado mucho en los últimos años. Antaño esta romana era de un tamaño bastante grande y cultivado y vendido localmente, después se fue abriendo la exportación, que demandaba unos formatos más medianos y de color más intenso, a la par que nuestro consumo local todavía pedía estas lechugas grandes. Ahora está todo más o menos unificado y la romana de formato medio embolsada o bien en ‘Flow-Pack' es la que más se consume también localmente. Ante esto, los productores tratan de optimizar este formato de tamaño medio con el máximo rendimiento en número de piezas por hectárea. En muchos casos, el cultivo en banca ancha es el que utilizan, aumentando significativamente la densidad de plantación. Por tanto, una variedad con estas características de tamaño y color y que, además, se adapte a un marco denso, es lo que busca el productor. Nuestra variedad para ciclo de otoño-invierno LR-839 (Freya) con un tamaño y formación ideal y su tolerancia al ‘espiralado' cuando se cultiva en banca ancha la hacen una elección segura. Por otro lado, lo más importante en condiciones de calor en verano es una lechuga de coloración clara y muy resistente a ‘espigado'. Ahí entra nuestra variedad

LR-845 (Cleta) con una resistencia a espigado extraordinaria.

R.- Hace años, este tipo de lechuga, muy minoritario, se caracterizaba por su sabor más dulce. Después su cultivo ha ido haciéndose mucho más popular y en la medida que aumentaba la oferta de variedades con mejores resistencias, este sabor característico iba perdiéndose, pero se mejoró en calidad, formación, adaptabilidad, etc. Ahora, el reto estaría en volver a identificar este sabor especial con una calidad en formación y alto rendimiento por hectárea. Nuestra apuesta es la variedad LG-705 (Cartuja), con una versatilidad para diferentes usos: bolsa, ‘Flow Pack', corazones, exportación, etc. y un período de cultivo bastante amplio de trasplantes que la hacen una opción muy segura.

R.- Hay una demanda creciente en lechugas de sabor y, concretamente, una tipología llamada ‘cosberg' o crujientes. Es una lechuga con aspecto de una romana, pero con una textura crujiente y, sobre todo, un sabor dulce. Vamos a lanzar las variedades LR-868 y LR-869 a este segmento en el que no hay mucha oferta varietal y donde destacan por su calidad y rendimiento.