-Esta pandemia ha puesto en relieve la importancia del sector agrícola, que no ha tenido un día de descanso.

- Claro, este sector no podía parar. Me he quedado sinceramente impresionado por el trabajo hecho, algunas veces me he emocionado, incluso. Hemos tenido algunas semanas de paralización de actividades económicas de forma casi total, pero los transportistas y los agricultores han seguido ahí, al pie del cañón, y creo que ha servido para que nos demos cuenta de la importancia que tiene este sector. Nunca habíamos vivido una situación similar y ha sido emocionante ver cómo se ha cumplido con el confinamiento cuando era necesario y, a la vez, no se ha cesado de trabajar para que todo el mundo encuentre productos frescos en el mercado. Yo le recuerdo continuamente a la gente joven lo importante que es la agricultura y me parece que esta crisis ha servido para que se den cuenta; para que todos nos demos cuenta. El trabajo el agricultor ha sido espectacular y el sector primario ha dado la cara.

- De hecho, en apenas dos meses, la agricultura ha pasado de ser un sector que pedía precios justos con manifestaciones, a convertirse en sector estratégico capaz de abastecer los mercados de consumo diariamente sin alteraciones.

- Es cierto. Los agricultores han estado a la altura de las circunstancias en esta crisis. El agricultor siempre está ahí y pasó de manifestarse por esos bajos precios a sacar su tractor a la calle para desinfectar las calles, si así se lo pedían. En Campoejido, como otras empresas del sector, también hemos intentado aportar nuestro grano de arena. Hemos ofrecido todo lo que se podía para que la situación mejorase, ayudando a los sanitarios, por ejemplo, que por supuesto están desarrollando una labor ejemplar.

- ¿Se merecen los agricultores y el sector un aplauso de esos que se dan en los balcones?

- Se lo merecen, por supuesto, pero eso es lo de menos. El agricultor y las empresas del sector han cumplido con su trabajo y nos vamos a casa con la conciencia del deber cumplido.

- En el caso de Campoejido, han donado material de protección como mascarillas, ¿verdad?

- Sí, donamos a los hospitales del Poniente y Torrecárdenas, a la delegación de Salud y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, además de donaciones simbólicas al Ayuntamiento de Murtas, de donde soy originario y de donde me llamaron preocupados. A finales de marzo y primeros días de abril era un material que se requería mucho y no fue fácil encontrarlo. Finalmente, fueron casi 152.000 mascarillas las que donamos y en esa época recibimos muchas llamadas solicitándolas. Las administraciones no daban abasto y desde Campoejido pensamos que había que estar a la altura de las circunstancias.

-¿Cree que las medidas de protección de este tipo son tan indispensables?

- Creo que cuanto más nos protejamos mejor. Nuestros empleados trabajan con mascarillas, además de haber implantado otras medidas de seguridad en todas nuestras instalaciones para protegerlos a ellos, a nuestros clientes y a nuestros socios.

- ¿Qué opinión tiene acerca del bajo nivel de contagio en Almería a pesar de que el sector prioritario, el agrícola, ha llevado adelante un confinamiento leve ante la necesidad de acudir a trabajar?

- Es curioso que en provincias como Almería o Huelva, donde el sector agrícola es importante y no se ha dejado de trabajar en este tiempo, son los lugares donde menos contagios parece haberse registrado. Me sorprenden estos datos y no sabría explicarlo pero, a las medidas que se hayan podido instalar en cada empresa, podría sumarse el hecho de que no hayan venido muchas personas de fuera, que no hay tanto turismo como en Granada o Málaga, donde sí lo hay y los casos de contagio han sido muchos más.

-Ante esta situación de incertidumbre, ¿cómo creer que será la próxima campaña?

- No es fácil saberlo. En plena crisis del coronavirus hemos tenido bastantes productos hortícolas que no han tenido precio rentable para el agricultor. Sin embargo, los ciudadanos tienen que comer a diario y la fruta y verdura que producimos aquí es de plena calidad, la mejor alimentación que pueden tener. Hay que ser optimistas. En realidad, la agricultura a veces no va al mismo ritmo que otros sectores en cuestiones económicas. En Campoejido, por ejemplo, nuestras facturaciones en los años de la crisis anterior, en 2008 ó 2009, eran plenamente satisfactorias. No cabe duda de que la economía se quedará afectada después del coronavirus; habrá altibajos, como siempre. Europa se va a quedar tocada, probablemente menos que España, pero como es allí adonde exportamos, seguro algo se notará.

- ¿La crisis sanitaria ha mermado también las ventas en la cooperativa?

- Lo que es en suministros no se ha notado, ni tampoco en el semillero; el ritmo de ventas ha sido el habitual. En las tiendas de las gasolineras incluso puede que hayamos vendido algo más de lo que acostumbrábamos, pero en combustible sí ha habido una merma muy importante de ventas. Calculamos que las ventas de combustible han descendido alrededor del 35% y, aun así, en Campoejido no lo hemos notado tanto porque tenemos muchos socios y el campo ha seguido trabajando. El mes de abril ha sido el más duro.

Almudena Fernández