En pleno Estado de Alarma, la mitad más uno de los miembros del Consejo Rector de CASI, seis de los once que lo constituyen, han emprendido una guerra interna en la comercializadora más importante de tomate de Europa exigiendo una auditoría económica y nuevas elecciones.

En un comunicado enviado a los socios de la Cooperativa, los seis consejeros disconformes con la gestión de Miguel Vargas, presidente de CASI, y Antonio Domene, gerente, consideran que la comercializadora no va por la senda que debiera.

Miguel Vargas considera que la acción de estos consejeros “viene a dañar  gravemente la imagen de la entidad”. Además, el gerente de CASI quiso dejar claro en un comunicado que ha recibido FHALMERÍA que “la cooperativa cuenta con órganos y procedimientos, por todos conocidos, para exponer las diferencias y resolverlas, sin tener que hacerlas públicas en medios de comunicación de masas, provocando el deterioro de la imagen de la misma”.

Entre las acusaciones de los seis socios figuran la de inversiones costosas que han resultado todo un fracaso. Hablan, en concreto, del conocido como Proyecto Holanda, la externacionalización de la cooperativa, la diversificación de la producción o el formar parte de Verdita, sociedad que, además de CASI, integran La Palma, Biosabor y Unica Fresh. El hecho de que esta última comercialice una especialidad de tomate muy conocida, en concreto Adora, consideran que va en contra de los intereses del Raf de CASI.

De igual modo, los seis consejeros, que aseguran que su aspiración no está en lograr la presidencia de la cooperativa, hablan de quejas de los socios, especialmente en CASI Aeropuerto.

Los seis socios disconformes con la gestión de Miguel Vargas y Antonio Domene aseguran que lo que intentan frenar es la “sangría económica” que, a su juicio, está teniendo lugar en CASI.

Miguel Vargas ha querido dejar claro en el comunicado que “los hechos que se relatan son falsos y los denunciantes saben que están mintiendo ante la masa social de la cooperativa, los empleados y la sociedad en general”.

Además, no menos importante, el presidente de CASI adelantó que “mi condición de presidente y el interés general de la cooperativa me impiden en estos momentos revelar con detalle a qué intereses personales responden las críticas que se vierten en la información mencionada”. No obstante, Vargas sí quiso avanzar que, “por el interés de los socios, esta cortina de humo responde al descubrimiento por parte de la gerencia de CASI de actos presuntamente ilícitos de uno de los rectores denunciantes, que podrían afectar a la cooperativa”.

Cuentas auditadas

Respecto a las cuentas de CASI, Vargas quiso dejar claro en el comunicado que “están auditadas por la consultora externa Deloitte y revisadas por los asesores financieros de la cooperativa”. Además, según señaló, “el sector crítico las conoce y sabe perfectamente que a día de hoy son mejores que las de la campaña anterior”. No obstante, el gerente de la comercializadora resaltó que “yo mismo he propuesto realizar las auditorías que fuesen necesarias, obteniendo una negativa por parte de los denunciantes”. Es más, aseguró que “sigo estando dispuesto a llevar a cabo una auditoría inmediatamente”.

Un aspecto que no le cuadra a Vargas es que, como señaló, “resulta contradictorio solicitar una auditoría y perseguir cambios en la dirección con antelación, desde ya, sin esperar a conocer el resultado de la misma, como proponen los denunciantes”.

Asamblea General

Por otra parte, Vargas recordó que “la Asamblea General de socios es el máximo órgano de decisión de CASI y por culpa de la pandemia y el Decreto del Estado de Alarma no hemos podido celebrar hasta ahora la que teníamos fechada y organizada para el 21 de marzo”. Según señaló, “mi intención es poder convocarla en cuanto las autoridades competentes permitan la celebración de este tipo de actos, al que están convocados todos los socio de CASI”.

Como no podía ser de otra manera, Vargas explicó en el comunicado que “en esa Asamblea, todos los socios tendrán la oportunidad de ejercer su derecho a revocar el actual Consejo Rector y convocar con urgencia la celebración de elecciones”. Subrayó, además, que “ellos y solo ellos, como dueños de la cooperativa, deben ser los que decidan y pongan las cosas en su sitio de una vez por todas”. Además, señaló que “espero, como socio y presidente, que esto ocurra lo antes posible por el bien de todos”.

En plena pandemia

Vargas afea en el comunicado que estos consejeros “han elegido el peor momento para tratar de provocar la división en el seno de una organización muy seria, pasándose por alto la peor crisis sanitaria que se recuerda y el dolor de miles de víctimas”. El presidente de CASI aseguró que “me preocupa que en la situación actual, en lugar de estar preparándonos para la consecuencia que todavía traerá consigo la COVID-19, haya miembros de esta cooperativa sin escrúpulos, que solo piensen en su beneficio personal”.

Finalmente, como presidente, Vargas quiso hacer un “llamamiento a la serenidad y el diálogo por el bien de la cooperativa, de sus socios y de sus empleados. Recordó que “he contado con el apoyo de la mayoría en dos procesos electorales y garantizo que todas las decisiones que se han tomado en CASI se han tomado por la mayoría de los miembros del Consejo Rector”.

Vargas aseguró, finalmente, que “no volveré a hacer declaraciones, ni comunicados al respecto, la próxima vez que me pronuncie será ante la Asamblea de socios de la cooperativa”.

Cabe recordar que CASI la integran más de 1.500 socios en la actualidad.

Rafa Villegas