La fertilización se lleva a cabo para aportar al cultivo los elementos nutricionales que el suelo no es capaz de aportar en una cantidad adecuada. Estos elementos se pueden dividir en:

• Macronutrientes primarios: nitrógeno, fósforo y potasio.

• Macronutrientes secundarios: magnesio, calcio y azufre.

• Micronutrientes: manganeso, cobre, cloro, molibdeno, zinc, hierro y boro.

Si se habla del cultivo del melón y la sandía, cada uno de estos elementos nutricionales tiene un papel diferente en su desarrollo, pero todos son fundamentales y la falta o exceso de alguno de ellos produciría problemas en el adecuado desarrollo del cultivo.

Para conocer la cantidad que se debe aportar de cada uno de estos nutrientes, con el objetivo de realizar una fertilización eficiente, se debe analizar previamente los siguientes parámetros:

• El nivel de fertilidad del suelo.

• La aportación de nutrientes que nos proporciona el agua de riego.

• La extracción de nutrientes que realiza nuestro cultivo, en cada una de sus fases de desarrollo. 

Una vez conocidos estos aspectos, se elige un sistema de aplicación adecuado y un fertilizante eficiente, que minimice las pérdidas de nutrientes aplicados. Desde Herogra Fertilizantes recomiendan elegir un sistema de fertirrigación, siempre que sea posible, y el uso de fertilizantes líquidos Fertigota®.

Fertigota® es la gama de fertilizantes líquidos más eficiente del mercado y permite la fabricación de soluciones a medida, para adaptarse, en todo momento, a las necesidades del agricultor y su cultivo. Los nutrientes aportados por Fertigota® proceden de las mejores materias primas y en su fabricación se tiene en cuenta la interrelación existente entre los nutrientes del medio de cultivo. Por ejemplo, una alta concentración de K+ en la solución del suelo puede producir deficiencias de Ca2+ en el cultivo, aunque se apliquen cantidades normales de este elemento.