De esta forma, en los próximos días se va a realizar una serie de jornadas telemáticas encaminadas a la divulgación de estos planes que comenzarán mañana en Almería, para continuar el miércoles en Granada y en Málaga y en el Campo de Gibraltar el 3 de diciembre. Las jornadas concluirán el 12 de diciembre con la jornada relativa al PES de la cuenca Guadalete-Barbate.

Con estas jornadas se pretende dar la máxima difusión posible a este instrumento de gestión de las sequías y que los diversos sectores implicados tengan conocimiento de primera mano, pudiendo resolver todas aquellas cuestiones que se tengan en consideración plantear.

Los PES son planes de gestión que proponen y recogen medidas específicas para mitigar los impactos de la sequía y la escasez coyuntural, lo que permite prevenir y corregir sus efectos adversos sobre el medio ambiente, favoreciendo la utilización sostenible de las aguas incluso en los momentos más excepcionales. La sequía es un fenómeno natural no predecible que se produce principalmente por una falta de precipitación que da lugar a un descenso temporal significativo en los recursos hídricos disponibles.

La aprobación de estos planes para las demarcaciones hidrográficas andaluzas es competencia del Consejo de Gobierno andaluz. Se tenían que haber redactado con la entrada en vigor de la Ley de Aguas de Andalucía en 2010. Sin embargo, no ha sido hasta la llegada del nuevo Gobierno andaluz, en junio de 2019, cuando se acordó la formulación de estos para las cuencas intracomunitarias andaluzas; es decir, Tinto, Odiel y Piedras, Guadalete y Barbate, así como de las cuencas mediterráneas andaluzas. En el caso de las cuencas mediterráneas y Guadalete y Barbate ya han sido sometidos a la evaluación Ambiental Estratégica Simplificada y se encuentran en periodo de información pública, finalizando los plazos de dicho trámite el 21 de diciembre de 2020 y el 22 de enero de 2021 respectivamente.

Andalucía se caracteriza por un clima mediterráneo dominante en una gran parte de su territorio por lo que resulta especialmente vulnerable a este fenómeno. De hecho ha sufrido intensos periodos de sequía a lo largo de su historia, destacando la que tuvo lugar entre los años 1941 y 1945, entre los años hidrológicos 1979/80 y 1984/85, o la que se inició al principio de la década de los 90 y finalizó en noviembre de 1995 y la posterior entre 2004 y 2007.