Los esfuerzos se concretan en la investigación y experimentación. Una cooperativa agraria como Coprohníjar está en continua implantación para sus socios de novedades en el sector hortofrutícola con un solo objetivo ser cada día mejores.

Emilio Pérez, director técnico, detalla la experiencia y cometido de la finca de experimentación en Níjar. “La apuesta por la producción de frutas y hortalizas de alta calidad utilizando para ello sistemas de cultivos respetuosos con el medio ambiente con nuestros agricultores, nuestros trabajadores y el consumidor ha sido siempre y será una de las constantes en la historia de Coprohníjar”.

En esta misma línea, han señalado que son “conscientes de la importancia de producir alimentos de calidad sanos, saludables y de gran sabor, productos tratados con sistemas naturales en todo su proceso de producción, desde la selección de la semilla, el control de plagas y enfermedades, así como el manejo y acondicionamiento del invernadero hasta el manipulado y envasado”.

Para toda esta ardua labor, Coprohníjar pone todos los medios y esfuerzos necesarios para que el producto que cultiva satisfaga las expectativas de los clientes, a la par que proporcione una producción de calidad, óptima para que sus agricultores cada temporada sean más rentables.

En la finca experimental que Coprohníjar posee en Níjar, disponen de 20 hectáreas de invernadero dedicadas a la investigación y desarrollo de nuevos productos, sin duda es una apuesta de gran valor, para el manejo de nuevos sistemas de cultivo.

Es una opción de futuro para cumplimentar la producción y planificar a sus agricultores en una búsqueda constante de nuevos productos. Año tras año ensayan con más de 150 variedades fundamentalmente de tomate y también algunas otras frutas y hortalizas. Trabajan con más de 50 empresas productoras de semillas y cuentan con variedades de todas las tipologías y formas de tomate, desde cherry, cherry pera suelto y tomate en ramo y, por supuesto, de los colores más variados desde los rojos tradicionales amarillos, anaranjados, púrpuras, rosas, marfiles o negros, tomate de pera, tomate en rama, tomate chocolate, corazón de buey, tomate de ensalada y otros muchos traídos de todos los rincones del planeta.

En la finca de experimentación de Coprohníjar, se disponen de las condiciones tan particulares del campo de Níjar, donde ponen a punto las variedades con mayor potencial, desechando aquellas que no cumplen con unos requisitos mínimos. Así toda esta información y aprendizaje es fácilmente trasladable a la finca de los socios agricultores de Coprohníjar, después de pasar ahí los más rigurosos controles de producción, calidad y contar con el beneplácito de los clientes y un mercado cada día más exigente.

Para Coprohníjar, el fin último es ofrecer al mercado lo que espera, rentabilizando el saber hacer, la experiencia y profesionalidad de sus productores.

Así es como la tecnología y la experimentación dan la mano al agricultor para que el mercado encuentre cada día mejores productos, de más sabor, sanos y saludables.