Graciano es una variedad que se adapta a trasplantes tempranos en invernaderos y que da lugar a frutos de alta uniformidad y con calibre, además de tener facilidad en el escriturado y buen comportamiento al rajado.

Graciano también saca pecho por su elevado nivel de azúcar, con carne semi firme, lo que da el buen sabor característico de los piel de sapo de Syngenta, además de una postcosecha alabada por los mercados y lineales.

Víctor García del Águila, responsable de cucurbitáceas de Syngenta, explicó a FHALMERÍA la dificultad de lograr una variedad con estas características en este ciclo y bajo plástico. “Cuando conseguimos algo como Graciano, le damos a Almería la capacidad de producir un melón con alta calidad, de tal forma que los compradores pueden completar todo un ciclo con el mismo estándar”.

En este sentido, García del Águila recordó que desde Syngenta hace años que ya hicieron un cambio en el programa genética de sus melones para apostar por el sabor tradicional teniendo a Sancho como la variedad de referencia durante mucho tiempo. “Hemos ido modificando el programa a las necesidades del mercado y ofreciendo un material adaptado a todos los ciclos y zonas, buscando variedades con mejor postcosecha, tal y como nos pedía, pero con la misma referencia de sabor que caracteriza a Syngenta en piel de sapo”, indicó el especialista.

En esta línea, la casa de semillas ya hizo introducciones como Macabeo y Airen, a las que se han sumado más recientemente Graciano y Cencibel. “Graciano es una variedad sobre todo para Almería y la parte temprana de Murcia, pero que al ser muy versátil permite también entrar, temprano en manta, en zonas de La Mancha”, apostilló García del Águila. Finalmente, matizó que la incorporación Cencibel es para ciclo medio-tardío y, con ello, se completa la gama con la nueva genética de Syngenta ofreciendo al mercado piel de sapo de alta calidad y mismo estándar de sabor durante todo el ciclo de cultivo.

Almudena Fernández