El agricultor dedicado al cultivo de tomate recurre, con mucha frecuencia, al injerto con el fin de hacer frente a problemas de suelo como nematodos u hongos, o bien con la intención de mejorar el rendimiento de su cultivo. Para este procedimiento, es importante dejar actuar a manos profesionales como las del Semillero Campoejido.

El presidente de esta cooperativa, Cristóbal Martín, señaló en declaraciones a FHALMERÍA que realizan más de tres millones de injertos en distintos cultivos en cada campaña. El tomate, la berenjena y la sandía son precisamente los cultivos en los que más se trabaja este sistema.

El proceso de injerto se realiza en una sala específica para ello dentro de los 36.000 metros que componen las instalaciones del semillero de Campoejido, ubicado en el paraje de Tierras de Almería. “Dentro de este espacio se controla la humedad y temperatura para que responda a los mejores parámetros con los cuales el injerto se lleve a cabo con las óptimas garantías de éxito”, ha dicho Cristóbal Martín. En concreto, desde el Semillero Campoejido controlan que las plántulas injertadas se mantengan a un 92% de humedad y 22 grados de temperatura.

En esta línea, Cristóbal Martín señaló que realizan “injertos por corte o, los más frecuentes, por aproximación. Respondemos a las necesidades que nos plantea cada agricultor, socio o cliente, y tratamos de asesorarles con nuestro personal especializado en cualquier cultivo”, dijo.

El semillero de Campoejido ofrece un novedoso sistema de desinfección de agua de riego y un potente sistema de climatización, tanto para desarrollar plántulas de cultivo convencional como de ecológico, en un apartado específico para ello.

Almudena Fernández