A la vez, muchos de estos productos con precios más bajos solo serán fruto de cosechas que no cumplen con todos los requisitos para evitar la explotación en el trabajo o la falta de protección social en el mismo. Productos baratos son sinónimo de trabajo barato y eso nunca es positivo ni bueno, huele más a explotación humana que a negocio legal.

En el Sureste Español han empezado a andar las nuevas cosechas y los precios son de risa, principalmente en la zona de Almería y Murcia. No hay compasión de ningún tipo y más que una oportunidad de ganar dinero, los grandes supermercados se están pegando un tiro en el pie. Todo el mundo busca producto barato donde sea y punto. No obstante, las autoridades deberían de poner orden en este saqueo continuo de los productores del sector primario y huir de esa tendencia generalizada de bajar la cesta de la compra para conseguir votos fáciles.

Marruecos otra vez en el camino

Por otra parte, me gustaría referirme a la sentencia del Tribunal Europeo de Justicia que ha anulado los acuerdos pesquero y agrícola que incluyen al Sahara Occidental. Dichos acuerdos se consideran ilegales por el Alto Tribunal y ahora resta ver la reacción del país norteafricano, aliado europeo en la lucha contra la inmigración ilegal. Algunos indicios ya apuntan a que esta es otra batalla perdida de los productores agrícolas, pues varias voces en España han rechazado lo acordado por el Alto Tribunal teniendo en cuenta solo las consecuencias para los pescadores.

Es evidente que si el tratado firmado en su momento incluía a los territorios del Sahara Occidental y ahora no, la producción de tomate destinada al mercado europeo debe ser sensiblemente inferior, por lo que los productores españoles salen beneficiados, pero algunos políticos no han reparado en esa parte de las consecuencias de la posible anulación del tratado y solo hacen alusión a los efectos negativos que pueda conllevar para la pesca.

No obstante, creo que las consecuencias de la sentencia del Tribunal Europeo no se puede analizar pensando solo en si tendremos posibilidad de pescar más o menos y a cambio les concederos a Marruecos más cupo agrario. Los “daños colaterales” de esta bomba judicial, creo que van a reactivar la tensión por el asunto de la inmigración y ahora no se tratará de reconducir el tratado cambiando tomates por peces, también habrá de incluirse la actitud del socio norteafricano en el asunto de la llegada de personas del continente africano buscando pasar a Europa por el sur de España y otros puntos mediterráneos de Europa. Con todo esto no sé bien cómo vamos a quedar, pero va a hacer falta diplomacia de calidad si no queremos empezar a desandar largos caminos ya transitados y poner en jaque, otra vez, nuestra producción agraria.

José Antonio Gutiérrez, director de fhalmería y fhmurcia