Corozal es el último acierto de la casa de semillas Meridiem Seeds, un pimiento California que ofrece cortes tanto en rojo como en verde, bien formado y buen calibre. Si no bastase con eso, esta variedad también posee una alta resistencia contra el oídio, y un potente sistema radicular que la hace productiva de principio a fin de ciclo manteniendo sus propiedades. “Es lo que ha pasado en una de nuestras fincas en Berja”, cuenta para FHALMERÍA María Luisa García, desarrolladora de la compañía, “el agricultor lo puso temprano, ha hecho un ciclo largo y se ha visto que la planta se seguía desarrollando ante cualquier condición”.        

Potencia y aguante      

Una de las grandes proezas que Meridiem Seeds ha logrado con Corozal es su fuerza. Gracias a su potente radicular desarrolla un enraizamiento bastante favorable en condiciones adversas, “sobre todo cuando hace calor”, concreta García, “y funciona también en diferentes tipos de suelos, pesados, con salinidades...”.        

Su resistencia a las altas temperaturas lo hace óptimo para trasplantes de mayo y junio. La adaptación llega a tal nivel que estas circunstancias hacen que el cuaje llegue “ muy bien desde el principio mostrando pronto las primeras flores”. Como concluye la técnico, “se forma muy bien y la planta no para”.      

También aguanta muy bien los cambios bruscos de temperatura, cosa que ocurre en zonas como Berja, donde las diferencias tan bruscas entre el día y la noche no han parado el crecimiento.        

Fuerte base      

La fuerza de las raíces de Corozal le dan una gran capacidad para absorber agua y nutrientes mientras sigue trabajando y formando fruto. Gracias a esta cualidad y “con un mantenimiento adecuado”, como señala García, puede evitar la aparición del blossom end rot, o peseta.      

La sanidad de esta planta está apuntalada por su paquete de resistencias, que incluye L4, spotted, nemátodos y oídio.        

“Entra por los ojos”      

Todas estas cualidades acaban dando como resultado un fruto excelente, de gran calidad, que permite recolecciones tanto en rojo como en verde. “Es una variedad sin antocianinas” explica García, “lo que da un verde perfecto”,  pero también tiene un viraje es “ligeramente rápido” a un rojo profundo marca de la casa, con muy buena conservación. “Entra por los ojos”.      

Por supuesto, Corozal goza de un aspecto homogéneo, bien formado, de un calibre entre G y GG, con ausencia total de microcracking. Y es también muy productivo, “hay fincas que han superado los 10 kilos por metro cuadrado, y manteniendo el calibre de principio a fin”, asegura la técnico.

Francisco Lirola