La contaminación de freáticos y aguas continentales superficiales, ríos, lagos y embalses, es un problema creciente en muchos territorios con actividad agrícola debido a la lixiviación de los nutrientes aplicados en exceso o con un control deficiente del riego o la fertilización. Aunque la legislación limita en muchos espacios el aporte anual de determinados nutrientes como el nitrógeno, cumplir con este condicionante, incluso sin llegar a cubrir las necesidades óptimas del cultivo, no garantiza evitar la pérdida de nutriente.

Es necesario, además de contar con un conocimiento preciso sobre las necesidades del cultivo basadas en exportaciones de nutriente y expectativa de cosecha, un manejo eficiente de agua y fertilizante. Es decir, suministrar al cultivo las cantidades precisas en los momentos de demanda. El nutriente aportado fuera del momento va a ser lavado fuera del alcance de la planta, va a pasar a formas de difícil asimilación (nula para el objetivo económico y productivo de la agricultura actual) o incluso desplazará del complejo de intercambio catiónico iones beneficiosos necesarios que pueden a su vez ser lavados innecesariamente.

Así, debe ponerse al alcance del agricultor las herramientas, actuadores físicos, elementos digitales (software o apps) y el conocimiento necesario, para llevar a cabo un uso responsable de esta tarea. Esto no solo beneficiará el medio ambiente y la calidad de las aguas, sino principalmente la rentabilidad de la propia actividad, pues agua, abonos y la energía para su aplicación conllevan costes relevantes en la explotación. El mejor control de la fertirrigación es, por ello, la oportunidad de generar un win-win: reducción de costes, mejora de cosecha y beneficio medioambiental.

Bombas dosificadoras

En este propósito, la tecnología de bombas dosificadoras de control avanzado de ITC constituye una herramienta poderosa para facilitar la aplicación de fertilizantes, pues permiten la dosificación en cantidades precisas en un amplio rango de aplicación. A diferencia de los sistemas fundamentados en el efecto venturi, la bomba dosificadora presenta carácter volumétrico, ya que garantiza los volúmenes y caudales aplicados en cada momento. Al ofrecer un largo rango de caudal, permite la aplicación de cualquier dosis, por pequeña que ésta sea.

Los modelos basados en variación de la frecuencia con encoder de posicionamiento de la excéntrica, como en Dostec-AC de ITC Dosing Pumps, permiten ajustes de 1 al 100 por ciento sin pérdida de precisión. Los modelos de última generación, con tecnología de motor paso a paso (stepper), como DOSmart-AC, ofrecen un recorrido 1:3000. Es decir, puede dosificar con precisión caudales 3000 veces inferiores al máximo, de manera continuada y con mínima pulsación. Otra característica es la linealidad del control y el fondo de escala. Pueden definirse caudales o volúmenes en cualquier parte del rango con precisión inalcanzable para otros sistemas, sean venturis, bombas de arrastre magnético o cualquier otro.

El actuador físico puede ver facilitado su empleo mediante su integración en un sistema inteligente con acceso remoto que a su vez permita la visualización y manejo de cada nutriente en cada finca, sector y unidad de cultivo. Water Controller 3000 ofrece información de trazabilidad geolocalizada para cualquier período temporal y en tiempo real, indicando las cantidades aportadas por unidad de superficie, por volumen de agua y evolución de los parámetros leídos.

De esta forma, dicha información, junto con la necesaria de análisis de suelo y agua, facilita la toma de decisiones para ulteriores campañas en un proceso de mejora continua de la práctica agrícola, que ha de facilitar también la conservación de la calidad de las aguas lixiviadas y del medio natural en general.