Esta enfermedad se presenta comúnmente en cultivos de cucurbitáceas y solanáceas, concretamente en pepino, sandía, tomate y pimiento (F. López Ruiz - Estación Experimental La Mayora, CSIC).

En concreto, el sureste peninsular, que comprende Almería y Murcia, es el área con mayor superficie cultivada de solanáceas y cucurbitáceas del continente, tanto en modalidad de cultivo protegido como en cultivo al aire libre. La importancia socioeconómica de estos cultivos obliga, por lo tanto, a mantener bajo control incidencias como la que mencionamos.

El oídio, también conocido como blanquilla o cenizo, es una afección causada por hongos de distintas especies, como Erysiphe orontii, Podosphaera fusca, Oidium neolycopersici y Leveillula taurica. Se trata de organismos biotróficos que se alimentan de células vegetales vivas y no sobreviven en ausencia de cultivos vivos. Sus condiciones óptimas de desarrollo son de 20-30ºC y 70-80% de humedad relativa.

Este hongo crece y se desarrolla en el envés de las hojas, principalmente en peciolos y tallos. Da lugar a un vello blanquecino o cenizo sobre hojas y tallos, lo que facilita su identificación. Al afectar principalmente a las hojas, reduce la tasa fotosintética, lo que finalmente afecta la producción de rendimientos.

Teniendo como meta reducir la incidencia y severidad de ataques de oídio sin fungicidas y así poder evitar daños causados por el hongo y aumentar la resistencia frente al estrés, en Cultifort proponen una alternativa eficaz basada en la elicitación.

Los elicitores son materias activas que inciden sobre los mecanismos de autodefensa de las plantas, con especial impacto en la respuesta contra enfermedades fúngicas. Entre los elicitores se pueden encontrar determinados grupos de algas que presentan elementos activos de elicitación, entre los cuales destacan los compuestos fenólicos, mostrando un excelente efecto bioestimulante en las plantas y papel relevante en la defensa frente a enfermedades, actuando como mediadores del mecanismo SAR (resistencia sistémica adquirida) que tienen las plantas para defenderse de los ataques de enfermedades fúngicas y bacterianas.

Desde el departamento técnico y de I+D de Cultifort, recomiendan SPIRALIS ECO Long Life, fruto del desarrollo de una innovadora línea de I+D, la Biotecnología Defensiva Natural. Este bioestimulante-elicitor altamente tecnificado actúa principalmente de modo preventivo y regenerativo mediante complejos de ácidos orgánicos y péptidos seleccionados procedentes de extractos de algas, que facilitan su asimilación por la planta de forma sistémica, tanto ascendente como descendente, y potencian el efecto bioprotector frente a diversos factores abióticos. Además, contiene manganeso y zinc en forma quelatada para balances nutritivos.

Los péptidos específicamente seleccionados, así como los ácidos orgánicos que contiene, promueven la rápida síntesis de moléculas de defensa, como proteínas PR, Tioninas, Fitoalexinas y otros Fenilpropanoides. Además, se activan otras rutas metabólicas beneficiosas, como las resistencias sistémicas adquiridas (SAR y LAR).

Las Proteínas PR o de Patogeneidad (Pathogenesis-Related) son proteínas sintetizadas por la planta cuando es atacada por un microorganismo patógeno. Poseen actividad microbiana y evitan la posterior colonización del patógeno. Por tanto, se encargan de inducir directamente protección contra hongos patógenos.

Las Tioninas, por su parte, son péptidos antimicrobianos constituidos por 45-47 aminoácidos, dotados típicamente de cuatro puentes disulfuro, por lo que presentan actividad directa antifúngica. Su mecanismo de acción se basa en su capacidad de adherirse a la membrana citoplasmática y de formar poros transmembrana en las células microbianas.

Finalmente, las fitoalexinas, de diversidad química amplia, aunque pudiendo focalizar la formación en mayor concentración de flavonoides tras una infección microbiana, serán un apoyo más en la inhibición de patógenos.