‘Oro negro’. Ese es el slogan con el que la casa de semillas Meridiem Seeds ha decidido promocionar esta campaña a una de sus variedades estrella, la berenjena semilarga Olimpia, que una campaña más ha demostrado sus grandes cualidades y merecer esa comparación con el metal precioso.      

Las virtudes de Olimpia se ven claramente reflejadas en sus excelentes frutos, “de color muy oscuro y brillante, lo que le da un aspecto saludable y muy atractivo”, como cuenta para FHALMERÍA María Luisa García, desarrolladora de producto de la empresa, “consistente, con dureza y muy buena conservación postcosecha”. Esto se mantiene durante todo el ciclo de cultivo, por lo que funciona muy bien en ciclos largos.      

Esto la ha convertido en una de las favoritas tanto de las grandes superficies comerciales como de los agricultores. “Nos dicen que es muy continua, sin saltos de producción y con muchos kilos”, asegura García, “además, no pierde cuaje ante climatologías adversas y mantiene su alta productividad”.            

La clave      

Olimpia no podría mantener estas propiedades sin su potente sistema radicular que la nutre y mantiene. Su alta capacidad regenerativa ayuda a la planta a crecer equilibrada “y además hace más fácil su manejo para el agricultor”, como explica la desarrolladora. Con un enraizado adecuado, esta berenjena puede crecer en cualquier tipo de suelo y sistema de cultivo. Esto lo demuestran los ensayos realizados en terrenos hostiles, “pesados, duros, con alta conductividad o ligeramente salinizados”, y en todos ellos Olimpia mantuvo sus exigentes estándares de calidad y su abundante producción.        

Esta fuerza también la hace una variedad muy fácil de llevar para los productores, ya que no requiere grandes necesidades ni esfuerzos. “Con un suelo bien tratado y haciendo la poda de formación cuando la planta lo permita es suficiente”, resume la técnico.        

Fuerza y seguridad      

La fuerza de sus cimientos también proporciona a Olimpia una resistencia excepcional contra las inclemencias meteorológicas, no temiendo ni a las altas temperaturas ni a cuando el mercurio de los termómetros comienza a bajar.      

En las temporadas más calurosas, esta semilarga tiene una gran resistencia frente a la peseta (blossom end rot), algo a lo que ayuda la capacidad que tiene sus raíces de absorber cada gota de agua y nutrientes que tenga el suelo. Y, con el frío, Olimpia no se detiene y sigue produciendo cuando otras no pueden seguir el ritmo.        

En ambos casos mantiene todas sus cualidades, sacando adelante una gran cantidad de frutos de excelente aspecto y calidad. Por ello está recomendada tanto para trasplantes primaverales como para los meses de agosto y septiembre.      

Los agricultores que escojan a Olimpia, que ya pueden encontrarse desde Adra hasta Campohermoso, contarán en su finca con una berenjena de calidad, productiva y sencilla de cultivar que le proporcionará una rentabilidad y seguridad como pocas podrán darles.  

Francisco Lirola