El secretario provincial de COAG en Almería, Andrés Góngora, ha calificado de “desastre” el cuajado y engorde de los cultivos de melón y sandía durante las dos últimas semanas del mes de marzo, dos frutas que son muy delicadas ante cambios climáticos adversos.

El seco viento de Levante ha provocado una importante bajada de la humedad ambiente de las fincas, haciendo que la calidad del polen necesario para la polinización del melón y la sandía baje. Si dicho polen no tiene los niveles de humedad correctos, la polinización no se lleva a cabo, y el cuajado no se hace con éxito.

En lo que respecta a la calima, ese accidente atmosférico consistente en partículas de polvo o arena en suspensión, también ha sido un problema para las plantaciones de melón y sandía, puesto que dificulta la fotosíntesis de la planta al dejar pasar menos luz. Esto no solo es malo para la polinización, sino que también perjudica al engorde de los frutos, que tampoco ha sido el correcto, con lo que la merma de producción en los próximos meses va a ser significativa. Además, al viento de levante y la calima le han precedido varios días nublados, lo que también ha provocado que la planta no tenga la luz necesaria.

Góngora asegura que “si el tiempo no acompaña no se pueden hacer milagros, pero un mejor manejo para intentar mantener la humedad ambiente en la finca, y meter más colmenas ayudarán a que la polinización de las abejas sea más efectiva”. El secretario provincial de COAG en Almería añadió que “los que hayan conseguido cuajar algo, seguro que van a tener problemas para el engorde de los frutos”.

En cuanto a las medidas preventivas para preparar las plantas ante esta climatología tan adversa en estas fechas, el ingeniero agrónomo ejidense, Cristóbal Pérez, ha comentado a FHALMERIA que “hay productos anti estrés, como por ejemplo las algas marinas, que mejoran las defensas de la planta y ayudan a que estén preparadas ante posibles situaciones de estrés provocadas por las inclemencias meteorológicas”.

En otros cultivos, como el pepino y el calabacín, también se ha experimentado una merma en la producción ocasionada por las mismas razones, la calima y el tiempo nublado. Las plantas de ambos hortícolas son sensibles ante los cambios de temperatura, y el agricultor debe corregir esto con buenas maniobras en el manejo, como pueden ser aportes extra de agua.