La actual situación de precios de los fertilizantes, y la evidente correlación entre una nutrición adecuada y la obtención de cosecha y la sanidad del cultivo, obligan a replantear las técnicas y estrategias adoptadas en horticultura en el campo de la fertirrigación.                

En la agricultura actual, el cambio es constante. Sin embargo el cambio implica desconocimiento, miedo e inseguridad, y sólo la aceptación de la existencia de un problema puede desencadenar la decisión para implementar nuevas teconogías.  Es a partir de la preocupación sobre el cultivo que se han introducido técnicas progresivamente, que lo transforman completamente. Lo vemos en la mejora genética, la fitopatológica y la lucha biológica especialmente. Hoy, el rendimiento del agua es ya en muchos territorios un foco de interés, sin embargo no se ha puesto en duda el modelo más popular de fertilización en el campo almeriense, la “máquina de riego con venturis”, a pesar de sus graves limitaciones y desventajas.                  

La mejora en la nutrición en el Sudeste se ha planteado en términos de producto fertilizante, y no en la técnica o maquinaria de aplicación, cuyos principios de funcionamiento son los mismos desde hace años.        

La abundancia de nutrientes en aguas subterráneas de las zonas cultivadas, procedentes del drenaje, como la acumulación en formas no asimilables fácilmente en el propio suelo o substrato, dan idea del derroche que se ha producido durante años, a costa de la rentabilidad de la explotación y la economía del agricultor. Cada gramo de nitrato, de fosfato, y muchos otros nutrientes, han sido pagados del bolsillo de esforzados agricultores. Cada kilowatio, escondido en una factura global de la explotación, ha disimulado su orígen en la pérdida de carga producida en miles y miles de venturis a lo largo del sudeste español.         

La prescripción genérica en la que se define una conductividad y equilibrio en la solución del riego permite conducir los cultivos aceptablemente. Sin embargo la obtención de los mejores resultados debe basarse en el conocimiento de las exportaciones de la cosecha y el análisis de la solución del suelo a través de sondas de succión o los lixiviados. El análisis de aguas y suelo permiten ajustar la prescripción de abonado, descontando los nutrientes ya presentes en los mismos de manera que no incrementaremos la salinidad de agua y suelo innecesariamente, y tampoco consumiremos más nutriente que el necesario para obtener la cosecha óptima.          

La bomba dosificadora, una tecnología disruptiva 

El seguimiento de estos factores, conjuntamente con los datos de consumo de agua real, producidos a partir de lecturas de contenido o tensión del agua, da lugar a concentraciones variables de abonos en la solución del riego. Es posible cubrir todas estas necesidades mediante la adopción de sistemas precisos de dosificación que permiten obtener una solución de riego que vehicula la cantidad justa de cada nutriente. Las bombas dosificadoras de control avanzado garantizan el equilibrio nutricional, pues su funcionamiento se basa en el carácter volumétrico del instrumento, aportando las siguientes ventajas sobre los sistemas no volumétricos, esencialmente el venturi y la máquina con bombas de arrastre magnético:

-          Amplio rango de trabajo: 1-100% de su capacidad, siempre con precisión

-          Siempre precisa, sin importar altura, densidad, presión o caudal en el riego

                                     o   Inyección de productos concentrados, incluso ácidos puros

                                     o   Total estabilidad de los parámetros CE y pH, sin oscilación y en punto de consigna

-          Mínimo mantenimiento: SIN electroválvulas zip, SIN bomba de recirculación o presurización, y con componentes de larga duración.

-          Máxima rentabilidad: por su precisión, por el mantenimiento del equilibrio nutricional, por el ahorro en el espacio requerido y el consumo energético            

Uno de los beneficios más apreciados por los agricultores que han experimentado la fertirrigación con bombas dosificadoras es la total confianza en los dispositivos, a partir de la experiencia en la que no se precisa una calibración frecuente para obtener los resultados en equilibrio y valores.     

La resistencia al cambio es comprensible, pero cada aspecto de la práctica agrícola, también la fertilización, debe evolucionar para alcanzar la mejora de resultados. En ITC fabricamos equipos precisos y fiables que facilitan la aplicación de las decisiones basadas en conocimiento y medición, con controladores de RIEGO y FERTIRRIGACIÓN de última generación que controlan BOMBAS DOSIFICADORAS eficientes de CONTROL AVANZADO.