Eurosol ha sido el escenario de un original taller de análisis sensorial y neurogastronomía titulado La berenjena: una experiencia desde los sentidos hasta el recuerdo, desarrollado por Rosa Mª Torres y Arántzazu Valdés, investigadoras de la Universidad de Alicante y en el marco del convenio de colaboración suscrito entre la Facultad de Ciencias y Eurosol, así como el programa de I+D+i del Centro de Gastronomía del Mediterráneo UA-Denia (Gasterra). Durante la actividad, dirigida a las trabajadoras participantes en la redacción del libro de recetas Cultura gastronómica saludable, se han explorado las múltiples posibilidades culinarias de la berenjena como ingrediente principal, a través de una serie de elaboraciones que han puesto en valor sus diferentes texturas, sabores y métodos de cocinado. Cada plato ha sido presentado sin acompañamientos, con el objetivo de centrar la atención exclusivamente en las propiedades organolépticas del vegetal.

También, en el marco de la investigación también se han cuidado los elementos externos que han influido durante la experiencia sensorial, tales como la iluminación, los sonidos o aromas. Rosa Mª Torres, investigadora y profesora titular del departamento de comunicación y psicología de la Universidad de Alicante explica que “además, las participantes han completado un cuestionario para registrar sus impresiones sensoriales, emociones evocadas y recuerdos asociados a cada preparación”.

Por su parte Arantzazu Valdés, profesora titular e investigadora participante explica que “la experiencia se ha organizado para poder trabajar tres elaboraciones enfocadas en el uso y manejo culinario de la berenjena y basado en la aplicación de distintas técnicas culinarias para poder potenciar la experiencia sensorial del consumidor”. La primera preparación ha consistido en unos falsos boquerones, donde se ha potenciado

un plato más frío, ácido y con texturas más firmes. El segundo ha consistido en unos chips de berenjena y crema de berenjena, plato de textura más cremosa combinado con textura crujiente, y para al final han concluido con una elaboración donde ha predominado el sabor dulce a través de la berenjena confitada con miel.

Esta propuesta experimental no solo ha permitido redescubrir la versatilidad de la berenjena, sino que también ha ofrecido una mirada innovadora sobre cómo los alimentos pueden activar la memoria y las emociones, aportando datos relevantes para futuras investigaciones en el campo de la neurogastronomía.