Con la llegada del verano, el inicio de las primeras plantaciones de pimiento en la zona del Poniente almeriense viene acompañado de las primeras incidencias de plagas como el trips, el pulgón y la mosca blanca. Este contexto obliga a los agricultores a anticiparse con estrategias eficaces que minimicen los daños en fases tempranas del cultivo.

“Se están observando puestas de Thrips parvispinus y Frankliniella, así como focos de pulgón en las primeras siembras”, confirma Carolina Rodríguez, delegada de Field Marketing de SIPCAM Iberia. La presencia de estas plagas no solo afecta directamente al desarrollo de la planta, sino que además puede ser vector de virus que comprometan el ciclo productivo completo.

Para afrontar este escenario, la compañía de sanidad vegetal SIPCAM Iberia propone una estrategia doble basada en formulados a base de Azadiractin, un activo natural con registro para su uso en agricultura ecológica y amplio espectro de acción. Su efecto multidiana -que actúa sobre todas las fases del insecto-, junto con la ausencia de resistencias, lo convierte en una herramienta clave en estas primeras fases del cultivo.

Aplicación vía suelo para una protección sistémica

La delegada de Field Marketing aconseja la aplicación vía suelo del insecticida Adina en combinación con el bioestimulante Blackjak. Este último mejora la absorción del formulado gracias a su efecto carrier, además de fomentar un buen enraizamiento de la planta. “Se trata de una estrategia compatible con la fauna auxiliar especialmente eficaz para plagas aéreas que pupan en el suelo, como los trips”, explica el Product Manager de Biocontrol Jordi Asamar.

Refuerzo foliar con efecto de choque

Como refuerzo complementario, la delegada de Field Marketing recomienda una aplicación vía foliar de Zenith A26 junto a Relevant-Oil: “Esta estrategia proporciona un efecto de choque inmediato sobre la plaga, sin necesidad de mojar excesivamente, gracias a su sistemia.”

Ambas estrategias garantizan al cultivo un efecto multidiana: actúan por contacto e ingestión, inhiben el crecimiento, reducen la fertilidad, alteran la alimentación de los insectos y no generan resistencias. “Además, no tienen resistencias y están registrados para uso en numerosos cultivos bajo invernadero, lo que aporta flexibilidad al agricultor en función de su calendario de siembras y son aptos para agricultura ecológica”, comenta el Product Manager.

Desde SIPCAM Iberia subrayan la importancia de actuar de forma anticipada y planificada para controlar a estas plagas tan comunes en los invernaderos. “No se trata solo de reaccionar, sino de integrar soluciones eficaces desde el primer momento del ciclo para garantizar un cultivo sano y productivo y unas cosechas de éxito”, asegura Carolina Rodríguez.

“Una detección temprana y una actuación rápida ante los primeros indicios son fundamentales para minimizar los daños”, añade Jordi Asamar. “La combinación de estrategias biológicas con bioestimulantes, aplicada de forma planificada, permite un control más eficaz y respetuoso con el cultivo y su entorno.”

La compañía reafirma así su compromiso con la innovación y la sostenibilidad agrícola, desarrollando herramientas de control y nutrición vegetal esenciales para responder de manera eficiente a los retos que enfrentan actualmente los agricultores almerienses.