La eurodiputada del Partido Popular y ponente del informe sobre la futura Política Agrícola Común (PAC) post-2027, Carmen Crespo, defendió este martes en rueda de prensa un presupuesto “propio y sólido” para la PAC, con el objetivo de que “siga siendo ese buque insignia de la política europea”. Rechazó “de forma unánime el fondo único” y reclamó “contundentemente que se mantenga la estructura de la PAC, reforzando tanto el primer como el segundo pilar”. “La PAC solo podrá seguir haciendo su labor si está separada de los fondos de cohesión”, subrayó.

El informe, que fue presentado ayer ante la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural (COMAGRI) y a pocos días de que se decida el próximo Marco Financiero Plurianual 2028-2034, advierte de que “unificar los fondos comunitarios significa la desaparición de la PAC como política específica y autónoma”, lo que supondría “un recorte de presupuesto que implicaría una salida directa de agricultores y activos agrícolas”. Crespo reiteró que “el Parlamento defiende la PAC para que no se dé ni un paso atrás”.

Blindaje a ayudas directas al agricultor

Durante su comparecencia, la también vicecoordinadora de la Comisión de Agricultura, recalcó que “la PAC es el verdadero germen de la agricultura como sector estratégico clave en la balanza comercial de Europa”, recordando que el agro europeo genera más de 230.000 millones de euros en exportaciones al año. “Una fortaleza que defendemos con firmeza”, afirmó.

Entre los ejes centrales del informe, la eurodiputada andaluza destacó el blindaje de las ayudas directas al agricultor activo profesional, con especial atención a “pequeños, medianos, jóvenes y mujeres”. Defendió también el apoyo al “pluriactivo” y consideró “clave mantener las ayudas acopladas, cruciales para los ganaderos europeos”.

Crespo abogó también por una PAC “más competitiva, moderna y adaptada a las necesidades del sector agroalimentario”, y defendió una apuesta clara por la simplificación, con una política que “priorice los incentivos” y que “busque la rentabilidad del agricultor con herramientas, medidas y programas que contribuyan a un precio justo”.

En esa línea, explicó que se simplifican los ecorregímenes, que “se mantendrán voluntarios y serán incentivados”, rechazando su incremento o la imposición de nuevas exigencias.

Relevo generacional, liderazgo femenino y ganadería

El relevo generacional fue otro de los grandes retos que abordó: “Es una prioridad máxima, porque solo el 11% de los agricultores tiene menos de 40 años”, dijo. El informe recoge medidas específicas para fomentar la incorporación de jóvenes, como ayudas directas, acceso al crédito, incentivos fiscales y apoyo a la transferencia de tierras, junto a instrumentos financieros diseñados con el Banco Europeo de Inversiones (BEI).

Asimismo, Crespo puso en valor las propuestas para impulsar el liderazgo femenino en el campo: “Queremos acabar con el techo de cristal y avanzar hacia la igualdad plena”, afirmó. También defendió el fortalecimiento del papel del agricultor en la cadena agroalimentaria, “combatiendo las prácticas comerciales desleales y apostando claramente por la reciprocidad tanto en los acuerdos comerciales actuales como en los futuros”.

En materia de sostenibilidad e innovación, la eurodiputada subrayó el impulso a la digitalización, la bioeconomía, la economía circular y la diversificación de la renta agraria hacia nichos emergentes como los créditos de carbono, el biogás, el cáñamo o las fibras naturales para el sector textil. “Queremos un etiquetado europeo que acerque aún más al consumidor”, añadió.

El informe refuerza también el papel estratégico de la ganadería, con respaldo a la sanidad animal y ayudas acopladas para garantizar su viabilidad. Introduce medidas pioneras sobre salud mental en el campo, con programas de apoyo psicológico frente al estrés y la soledad, y propone una reserva agrícola más eficaz y seguros agrarios más accesibles frente a crisis y fenómenos extremos.

La política agraria, según Crespo, debe ser también “una herramienta para la estabilidad social y territorial y un componente esencial de las políticas de seguridad y defensa de la UE”. En este sentido, destacó el papel de la agricultura “no solo como sector económico, sino también como piedra angular geopolítica de Europa”.

Como novedad, el informe sitúa “el agua en el centro de las políticas agrarias”, con propuestas de inversión en infraestructuras hídricas, regadíos sostenibles y tecnologías de eficiencia como el uso de aguas regeneradas y desaladas.

Crespo cerró su intervención pidiendo una PAC que sea “pilar de estabilidad y seguridad: menos burocracia, mayor competitividad y un presupuesto adecuado”, y concluyó con un mensaje claro: “Esta es la verdadera defensa de Europa: defender a sus agricultores profesionales”.