El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha subrayado hoy que la pertenencia a la Unión Europea (UE) ha convertido a España en una potencia agroalimentaria, gracias a las políticas comunitarias que han desarrollado, impulsado y modernizado el sector agrario.

En su intervención y posterior clausura del curso de verano de la Universidad Complutense de Madrid, en San Lorenzo de El Escorial, sobre el 40 aniversario de la firma del tratado de adhesión de España a la UE, Planas ha repasado los grandes avances experimentados en el sector agroalimentario, que lo sitúan hoy como cuarta potencia europea y séptima del mundo.

“El balance de estos 40 años de pertenencia a la UE es una historia de éxito“, que ha transformado España en una sociedad avanzada, de progreso y bienestar. “Hemos pasado de espectadores a actores comprometidos de la integración europea”, ha destacado el ministro, y ha añadido que “junto a la Constitución española, la integración en la Unión Europea es el segundo gran pilar de la modernización de España”.

Los datos de comercio exterior resultan especialmente ilustrativos de esta evolución. España ha pasado de exportar productos agroalimentarios por el equivalente a 4.000 millones de euros cuando ingresó en la Unión Europea a más de 76.000 millones de euros en la actualidad, con una balanza comercial favorable superior a 15.000 millones de euros, cuando a principios de siglo XXI era negativa. En estos 40 años, España ha pasado de ser el octavo exportador de los 12 Estados miembros que tenía la Unión Europea entonces, a ocupar la cuarta posición entre los 27 socios actuales.

LA PAC, CLAVE EN EL IMPULSO DEL SECTOR AGRARIO ESPAÑOL

La PAC es una de las políticas más importantes de la UE, según Planas, “clave por los fondos y también por la orientación de los mismos, que ha convertido la agricultura española es un sector “competitivo, moderno y pujante”.

Por ello, ha apuntado que es más necesario que nunca mantener una PAC que apoye a agricultores y ganaderos y que garantice el abastecimiento de alimentos de calidad, en cantidad suficiente y a precios asequibles. La PAC, ha dicho, ha sido y es un instrumento clave para avanzar en la modernización y dinamización del sector, así como en motor para el desarrollo rural y la cohesión territorial.

Ha destacado que las explotaciones agrarias son hoy mucho más productivas y rentables. El número global se ha reducido de 1,8 millones a 784.000, pero se ha incrementado la superficie media, que ahora se sitúa en 30,5 hectáreas, lo que se traduce en un mayor potencial productivo.

Planas ha indicado que hay desafíos pendientes, más aún en el actual contexto geopolítico, por lo que ha reivindicado la importancia de mantener la Política Agraria Común (PAC) para agricultores y ganaderos, pero también para el garantizar la seguridad alimentaria al conjunto de la sociedad europea.

Planas ha precisado que, en los últimos 10 años, “el papel de España en la configuración de la PAC se ha consolidado definitivamente como el de un líder estratégico” y “nos hemos convertido en una potencia agroalimentaria y en un actor destacado a nivel mundial”.

En este sentido, ha recordado que España, junto a otros 19 Estados miembros, lideró el envío de una carta a la Comisión Europea para reivindicar la importancia de una PAC con personalidad jurídica independiente y presupuesto suficiente en el próximo marco financiero plurianual.

Ha defendido que, cuando se habla de prioridades en política de seguridad, no solo se hable de defensa, sino que se tenga en cuenta la alimentación, esencial para la estabilidad y el bienestar social.