Un rasgo de la agricultura almeriense es que exige requerimientos hídricos de agua por unidad de producto. El origen del agua en Almería es fundamentalmente subterránea puesto que la superficie regada con las aportaciones del pantano de Beninar y de la depuradora de la capital tan sólo supone el diez por ciento del total. Las aportaciones del agua desalada y depurada siguen siendo testimoniales en un contexto en el que la demanda de agua es muy elevada. Por otra parte, existen otros hechos que avalan el dinámico comportamiento del sector agrario de Almería. Por un lado, la productividad aparente del trabajo que en la agricultura almeriense, se sitúa según la Contabilidad Regional de España, en un sorprendente nivel de un quince por ciento superior a la productividad agregada de la economía española y un treinta por ciento mayor que la correspondiente al conjunto formado por los sectores no agrarios de esta provincia andaluza. La principal causa que explica esto, es la elevada productividad relativa que reside en el hecho de que la horticultura de invernadero aporta el ochenta por ciento de la Producción Final Agraria, según se desprende de un estudio realizado por el Instituto de Estudios de Cajamar. Otra prueba del dinamismo de la agricultura almeriense radica en su impulso exportador donde la participación de los productos alimenticios en las exportaciones es de un noventa por ciento. Esta alta propensión exportadora es porque el sector almeriense ha sabido aprovechar eficientemente sus ventajas comparativas y de calidad en el contexto europeo. M. Belén Garre ir a uso del agua