El ozono es un gas que presenta dos situaciones problemáticas. Su exceso en las capas bajas de la atmósfera, por culpa de la polución, perjudica a las plantas y daña las mucosas del aparato respiratorio de las personas. Su debilitamiento en las capas altas provoca que se reduzca su papel de filtro de las radiaciones solares ultravioleta, dañinas para la piel y los ojos. El protocolo de Montreal estableció en 1995 la paulatina reducción de los gases industriales que se acumulan en la estratosfera y diluyen la protectora capa de ozono. Entre ellos, el bromuro de metilo. Se establecieron calendarios y producciones sensibles, y en 2005 tendrá que ser definitiva su eliminación, lo que planteaba serios problemas para quienes no tenían alternativas en sus sistemas productivos. El bromuro se ha venido empleando como el más eficaz desinfectante de tierras agrícolas, sobre todo en cultivos hortícolas intensivos, que precisan actuaciones rápidas de eliminación de agentes patógenos para seguir cultivando. También se usa para desinfectar cereales, frutos secos y fruta fresca. Sin embargo, en la provincia de Almería hace ya bastantes años que este gas dejó de utilizarse para limpiar los suelos, siendo sustituido por otros métodos como la solarización, utilizando plásticos que cubren el suelo. ir a investigación: virus y manejo

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