Expertos de España participan en la identificación de un componente del sistema de inmunidad de las plantas

Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid, del Max Planck de Colonia (Alemania) y del Instituto Carnigie de Stanford y del IPB de Halle (Alemania) están trabajando en la existencia de un sistema de defensa de escalones sucesivos que controla la resistencia duradera de las plantas a los hongos patógenos. Esta investigación podría ser de gran relevancia para el desarrollo de nuevos fungicidas “verdes”. En sus descubrimientos, estos científicos muestran los paralelismos entre el sistema de inmunidad innata de animales y plantas. Las plantas están expuestas a una gran cantidad de patógenos. Sin embargo, sólo un reducido número de ellos son capaces de atacar e infectar una determinada especie vegetal. Si un patógeno es incapaz de infectar una planta, significa que ésta es resistente. Este tipo de inmunidad duradera de la planta se denomina resistencia de “no huésped”. Aunque en la naturaleza este tipo de resistencia es la responsable de controlar el ataque de la mayoría de los patógenos, hasta el momento no se había estudiado en detalle. Científicos del grupo del Antonio Molina, del Departamento de Biotecnología de la Universidad Politécnica de Madrid; del Max Planck Institute for Plant Breeding Research in Cologne (Alemania); investigadores de la Carnegie Institution (Universidad de Stanford, EEUU), y del IPB (Halle, Alemania), han identificado algunos de los componentes moleculares de esta resistencia “no huésped”.

En sus investigaciones han sido capaces de identificar el gen denominado PEN2 (penetración) de la planta modelo Arabidopsis thaliana como un componente relevante resistencia. Afirman que la pérdida de función de PEN2 hace que las plantas sean más susceptibles no sólo a oidios de cereales, sino también a otras enfermedades que causan graves daños en las cosechas, como el mildiu de la patata, o determinados hongos necrotrofos. Por lo tanto PEN2 es un componente básico del sistema de inmunidad innata de las plantas. Sin embargo, si PEN2 no es funcional, la planta no está completamente indefensa frente al ataque de hongos. Todavía hay otra línea de defensa que los patógenos tienen que superar. El vegetal toma una decisión drástica: La célula muere junto con su atacante, lo que protege el tejido colindante de la infección. Por lo tanto el sistema de defensa de “no huésped” consta de varias barreras sucesivas que el patógeno debe superar y que determinan, en último término, si una planta es susceptible o resistente. En posteriores estudios esperan poder identificar los compuestos que se generan por la acción de PEN2 en el sitio de infección. La caracterización de estos compuestos podría llevar al desarrollo de una nueva clase de “fungicidas verdes” con una amplio espectro de acción frente a diferentes enfermedades.