El sector hortofrutícola de Almería está realizando un gran esfuerzo modernizador para incorporar líneas de calibrado, empaquetado, etiquetado, conservación, entre otras, que mejoren el proceso de manipulado y transformación de las frutas y hortalizas de la provincia, para satisfacer así las necesidades de los consumidores. De esta manera, los productos de Almería ganarán en calidad agroalimentaria, que actualmente es lo que incide de forma definitiva en la competitividad de los mercados y la comercialización de los productos, y en valor añadido. Además, la calidad será el instrumento de garantía y seguridad alimentaria de los productos. En total está previsto que tanto las empresas de la provincia inviertan, junto con la subvenciones unidas de la Junta de Andalucía y la UE, más de seis millones de euros hasta 2006, de los que dos millones de euros ya se han desembolsado. La agricultura de Almería ha experimentado importantes avances en la identificación de la calidad y la valorización de sus productos. De este modo, la política de calidad permite diferenciar los productos, que es lo que se denomina calidad diferencial y que se obtiene con las pautas locales de producción de los productos de la región almeriense. Igualmente, esta inversión pretende alcanzar en el sector almeriense la calidad total, es decir, calidad en todas las fases de su actividad como son el proceso productivo, producto, logística, atención al cliente, gestión y comercialización, relación con el consumidor final, ajustándose a unas normas internacionales y certificadas por un organismo independiente.