La manta como doble techo consiste en la colocación de un material continuo entre la cubierta de protección y el cultivo. “El principal objetivo de este sistema es conseguir una temperatura estable en el interior de la cubierta manteniendo una cámara de aire para evitar los saltos de temperatura consiguiendo una mayor inercia térmica que suaviza las temperaturas extremas. Por tanto, pretende modificar las condiciones climatológicas del cultivo temperatura y humedad de forma pasiva”, expone José Ángel Navarro Castillo Ingeniero Técnico Agrícola de la empresa Sunsaver. Así mismo, con el doble techo la luz se difunde mejor y evita las zonas de sombra en períodos invernales cuando el sol está bajo o daños por quemadura en hojas y frutos cuando en primavera comienza a haber más luminosidad. “El interés del doble techo radica también en el control de la humedad y en la ventilación. La porosidad de la manta permite el paso del vapor de agua a través de ella, condensándose en la cara interior del plástico. Esto producirá una caída de agua que en caso del doble techo de plástico formará bolsas y goteos continuos en determinadas zonas, máxime durante fuertes lluvias y sobre todo en invierno”, concluye Navarro Castillo. Otra de las aplicaciones de la manta térmica es como método de sombreo y para ahorro de energía. En este caso lo eficaz sería que la manta estuviera automatizada para poder recogerla durante el día y extenderla sobre la noche fomentando el ahorro de energía y para sombreo el procedimiento es diferente se extiende sobre el día y se recoge sobre la noche. “Cómo método de sombreo apenas se está utilizando en la agricultura de Almería puesto que existen otros métodos como el blanqueo que resultan mucho más baratos y además son bastante eficaces”, opina Juan Carlos López, responsable de horticultura de la Estación Experimental de Las Palmerillas. La manta térmica es fácil de colocar, barata, disminuye la humedad sobre las plantas y reduce las temperaturas extremas, llegando las hojas a crecer y elevarse sin sufrir daños. Éstas se suelen empezar a utilizar en septiembre u octubre para mejorar la temperatura del invernadero. Sunsaver, empresa dedicada a la distribución de materiales plásticos para la agricultura, también ha desarrollado mantas térmicas para cubrir árboles en el cultivo de cítricos. “Son bolsas que cubren los árboles y se ponen para protegerlos de las heladas. Éstas las hemos distribuidos sobre todo en Castellón y Valencia”, aclara Navarro Castillo. M. Belén Garre ir a investigación: innovación en materiales