¿Los tratamientos post-cosecha, tales como el envasado, transporte, influye en los productos o en el sabor de los mismos? En realidad el proceso de post-cosecha más común en Almería es el packaging. Es claro que con un envasado apropiado se puede preservar la calidad del producto, mejorar la apariencia externa y hacerlo más atractivo para el consumidor. ¿Qué factores influyen en el sabor? En el sabor influyen varios parámetros tales como como la firmeza, acidez, jugosidad, textura, azúcares totales, entre otros, y aquí podemos medirlos de forma objetiva. En el Laboratorio de Calidad de Fruta tenemos mucha experiencia en la determinación de parámetros de calidad de fruta, contamos con un gran equipo de especialistas y con una tecnología muy avanzada. ¿El sabor sería el aspecto más importante que tiene los consumidores a la hora de adquirir un producto o habría otros que interesan más que éste? La primera motivación para que un consumidor realice una compra viene dada por dos aspectos fundamentales, la apariencia externa y el precio. Si el aspecto es muy bueno el precio no es muy importante. Pero en las compras subsiguientes, el aspecto hay que mantenerlo para que el consumidor vuelva a comprar. El precio ya deja de ser una motivación y luego lo que es fundamental es que la calidad sea consistente, es decir, que el sabor se conserve durante todo el ciclo comercial. ¿Qué análisis típicos se suelen realizar en Syngenta para garantizar el sabor de los productos o mejorarlo? Aparte de apoyar a los genetistas en su trabajo informándoles de si las variedades con las que están trabajando son interesantes o no, situamos nuestras variedades en los diferentes segmentos de consumidores que hay en el mercado en función de la información obtenida en nuestro laboratorio. Para ello editamos documentos específicos llamados ‘Quality Passport’(Pasaporte de Calidad) y lo hacemos en variedades que tienen un valor añadido para el mercado. En este documento se hace una descripción de la variedad y se dan unas recomendaciones de manejo de la misma después del corte, se incluyen los valores nutricionales, datos de conservación, producción, y sobre todo se mide la evolución de los diferentes parámetros de calidad desde el momento de la recolección hasta la llegada a destino. De esa forma conocemos cómo evoluciona la calidad de nuestro producto en función de distintas temperaturas de manejo y tiempo de conservación. ¿Hasta ahora cuáles han sido los principales resultados que habéis conseguido en cuanto a la mejora del sabor de los productos hortícolas? En Syngenta hemos conseguido desarrollar variedades que presentan muy buenas condiciones agronómicas y que además llegan a mercados cada vez más lejanos con la calidad gustativa demandada por el consumidor europeo. Nuestro laboratorio juega un papel muy importante a la hora de determinar cuáles son las variedades que deben ser lanzadas al mercado. ¿El sabor de los productos sirven para mejorar los argumentos de venta de los productos? Sí, totalmente. En Syngenta tenemos el compromiso de desarrollar variedades que ofrezcan una regularidad en cuanto a la calidad gustativa se refiere. Eso nos ayudará a ofrecer a los consumidores lo que ellos demandan. ¿Los productos hortícolas almerienses gozan de buen sabor? Nuestro compromiso debe ser hacer llegar a destino productos con una calidad constante y atractivos para el consumidor. En este sentido todavía hay trabajo por hacer. Nuestra experiencia nos dice que nuestras variedades son muy demandadas por los consumidores ya que aseguran un compromiso entre calidad interna y calidad externa. ¿Cuál de ellos es el que hasta ahora ha conseguido un desarrollo más espectacular del sabor? En melón, sandía y pimiento, aunque también en algunos segmentos de tomate. ¿En qué hortalizas cuenta más el sabor? En todas aquellas para consumir en fresco y aquellas en las que su jugosidad sea elevada y su textura agradable, en éstas un buen sabor será más fácil de percibir por el consumidor.