Como medida transitoria Rodríguez Estrella también planteó la extracción de parte de las reservas en acuíferos profundos sin explotar, Distribución espacial de las extracciones, no se pueden hacer en lugares próximos al mar. Se debe aprovechar adecuadamente las crecidas de los pantanos y ríos. También es importante adecuar la calidad química del agua al uso destinado, así como llegar a una transformación agraria con las especies que menos aguas consuman, aprovechar para regadío las aguas residuales, mejorar los sistemas de riego, desalinizar las aguas salobres y del mar a través de acuíferos costeros. Del mismo modo, Rodríguez Estrella dice que las aguas desaladas nunca podrán rellenar los acuíferos. Aunque parezca mentira la sobreexplotación tiene una serie de beneficios como son el desarrollo económico, la mejora de infraestructuras como son la construcción de caminos y redes eléctricas, la reinfiltración de excedente de regadío y alimentación del acuífero, la recuperación de suelo salino, ya que al haber más agua aumenta la disolución. También se produce un aumento de la vegetación que incrementa la lluvia y el paso de un régimen de secano a uno de regadío con los consiguientes beneficios económicos. Por otra parte, Tomás Rodríguez Estrella expuso los aspectos negativos de la sobreexplotación de los acuíferos como son el descenso continuado de los niveles piezométricos, aumento de los costes económicos de elevación, puesto que cuando más bajos están los niveles más cuesta extraer el agua. Del mismo modo, la salinidad del agua, el tener que profundizar para llegar al agua, la aparición de gases y un aumento de temperaturas constituyen según el profesor Rodríguez las medidas de protección que los acuíferos tienen cuando se ven amenazados. Otros aspectos negativos son la compartimentación de acuíferos, la modificación inducida en el régimen de los ríos, salinización de los suelos y las alteraciones de las propiedades físicas de los acuíferos. M. Belén Garre ir a uso del agua