Los estudios de Alicia Langreo establecen que en las nuevas formas de distribución de las frutas y hortalizas se ha producido una segmentación del consumo vinculada al tipo de establecimiento que implanta una selección previa de los clientes a la que se adaptan el tipo de gama, los precios, la presentación y el servicio incorporado. Estas estrategias, específicas de cada tipo de empresa de la distribución, condicionan la compra y consumo. Dentro de una misma empresa de distribución la presencia de las frutas y hortalizas frescas es mayor en los formatos de tienda más pequeños, de compra diaria, insertados en la ciudad, y menor en los grandes hipermercados situados a las afueras vinculados a compra semanal. Por otra parte, la amplitud de la oferta (gama, variedades, formatos, envases) es mayor también en las empresas con mayor imagen de calidad y precios más altos, única forma de absorber los mayores márgenes que implican la oferta más amplia. La presencia de las frutas y hortalizas frescas en la gran distribución varía mucho dentro de la Unión Europea, siendo superior en los países del norte, menos productores y cuyo consumo ha estado en gran parte ligado a la importación de frutas y hortalizas, por el contrario los países del sur tienen una gran tradición productora y casi siempre una vocación exportadora nata. ir a comercialización