Además es importante utilizar variedades resistentes cuando las haya, así como realizar las labores siempre siguiendo el mismo recorrido por pasillo y filas del invernadero, desinfectando guantes o manos después de cada fila con sustancias inhibidoras de virus. Es mejor dividir el invernadero en sectores de trabajo, en los que se utilizan siempre los mismos utensilios y vestimenta. Del mismo modo, los productores de hortícolas tienen que comunicar a las Delegaciones Provinciales de la Consejería de Agricultura y Pesca correspondiente la aparición de cualquier síntoma sospechoso de que pueda haber una plaga en su cultivo y facilitar toda clase de información al respecto. En cuanto se descubra la presencia de algún insecto hay que realizar un seguimiento y control de las poblaciones del mismo, especialmente si hablamos de mosca blanca, trips y pulgones, ya que, está demostrado que éstos son los que más afectan a las producciones almerienses. En caso de tratamientos químicos, alternar las aplicaciones con productos de distintos grupos de químicos. Otra medida es la utilización de trampas cromotrópicas para seguimiento y captura de insectos vectores. Los agricultores deben poner en práctica otras pautas como es mantener hermética la estructura del invernadero para impedir el paso de insectos, la colocación de mallas en los laterales también ayuda salvo en aquellos casos que no permita una adecuada ventilación. La entrada del invernadero siempre es foco de infección porque es muy fácil que los virus se introduzcan por ahí, por tanto, es necesario colocar una doble puerta con una malla. La eliminación de plantas afectadas por los virus y las colindantes al inicio del cultivo antes del cuaje es otra forma de prevención. Esta eliminación de las plantas se realiza mediante transporte en camiones o contenedores cerrados, a los centros de tratamiento de residuos vegetales. Se limpian los restos de vegetales y malas hierbas en el invernadero y alrededores dejando más de un metro de perímetro limpio de malas hierbas y se mantienen limpios los canales y redes distribución de agua de riego. En el caso de virus por contacto hay que desinfectar los útiles de trabajo con una solución de fosfato trisódico antes y después de realizar las labores de cultivo y lavar la ropa con agua caliente después de cada visita al invernadero. Una vez finalizado el cultivo, en el momento de arranque se cerrarán los invernaderos manteniéndolos cerrados hasta la desecación total de las plantas, realizando previamente tratamiento contra los insectos vectores y eliminando posteriormente los restos vegetales de forma adecuada. En el caso de situaciones críticas se deben imponer periodos sin cultivo con el fin de romper el ciclo de los posibles insectos vectores. ir a métodos de producción