El mercado de productos frutas y hortalizas tiende actualmente a una globalización que debe ir acompañada de una armonización de los Límites Máximos de Residuos permitidos, según explica Amadeo Rodríguez, miembro del Centro de Investigación de Pesticidas de la Universidad de Almería. Las distintas legislaciones que existen para el control de los residuos dificulta la labor de los laboratorios para analizar los productos que viene de fuera. Por tanto, el problema actual son los registros de pesticidas que tendrá que pasar un proceso lento para llegar a una cierta estandarización. Aunque hay una regulación internacional de límites de residuos, ésta no es suficiente porque existe un amplio abanico de productos que están autorizados en unos países y en otros no. Esta confluencia de distintas regulaciones viene dada por las diferentes prácticas culturales que existen en las distintas zonas productoras del planeta, con condiciones climáticas distintas, que hacen que se necesite la aplicación de unos productos que otras zonas no son necesarios. Además, la globalización de los límites de residuos beneficiaría el intercambio de productos que están dando buen resultado en una determinada zona pero que se pueda extrapolar a más lugares productores.