En la actualidad la aplicación de fitosanitarios no precisa de ninguna formación, a excepción de los productos clasificados como ‘muy tóxicos’ que para los que si se necesita el carné especial para llevar a cabo este trabajo. Esta situación cambiará a partir de febrero de 2007 cuando será obligatorio que todo aquel que emplee estos productos reciba la formación adecuada para poder obtener el carné de aplicador de fitosanitarios. En teoría esta normativa tendría que haber entrado en vigor este año pero el 20 de febrero de 2004 salió a la luz un Decreto por el que se amplía el plazo para la obtención del carné hasta dentro de tres años. El buen ritmo con el que camina la provincia hacia la formación de agricultores para el empleo de productos químicos permitirá que el sector almeriense supere sin problema la brecha de 2007 con la totalidad de los productores cualificados en esta tarea. En los cursos de aplicador de fitosanitarios se analizan los aspectos más importantes para la salud del agricultor, como la protección personal con equipos especiales, mascarillas y se le enseña qué hacer en caso de intoxicación. Otros de los aspectos que se tratan son el respeto al medio ambiente, los peligros que corre la agricultura con el empleo repetido de plaguicidas, así como se les introduce en el desarrollo de prácticas alternativas a los productos químicos como la producción integrada o la lucha biológica. “La realización de cursos es algo muy positivo para el sector y desde mi punto de vista el balance de este año sería positivo. Pero lo cierto es que también con estos cursos nos damos cuenta de que el agricultor todavía está muy desinformado en temas como la producción integrada, que les suena pero no conocen en profundidad sus ventajas”, añade Milagros Fernández. Los consumidores y las comercializadoras de productos hortícolas están teniendo mucho protagonismo en la limitación del uso de plaguicidas puesto que los primero a través de la decisión de compra y los segundo con las normas de calidad tales como AENOR o EUREP que imponen los productos que limitan la presencia de determinados productos así como la cantidad de aplicación. “Incluso aunque exista una legislación a nivel de la administración que autorice el empleo de una determinada sustancia en los cultivos, si una norma de calidad no lo autoriza el agricultor ya no lo usa para seguir manteniendo esta certificación, por tanto las normas de calidad son muy efectivas”, explica la responsable de formación del CIFA de La Mojonera. Diferentes modalidades de carné En la actualidad existen cuatro modalidades de carnés para la aplicación de productos fitosanitarios a los que pueden acceder los agricultores después de haber obtenido la formación adecuada. De estos cuatro niveles, en la actualidad el único obligatorio desde principio de 2003 es el carné de aplicador especial que es necesario cuando se utilicen productos clasificados como ‘muy tóxicos’ y que deberán tenerlo todas las personas que apliquen tratamientos de estos productos. Otra de las modalidades es el carné de nivel básico que se aplicaría en las empresas que realicen tratamientos al personal auxiliar y en el caso de agricultores particulares para el que no emplea mano de obra ajena. El carné de nivel cualificado que sería necesario para las personas responsables del tratamiento y en el caso de particulares para las que empleen mano de obra en la explotación. Además de estos niveles de aplicación también existe el carné de piloto aplicador agroforestal para tratamientos aéreos. M. Belén Garre