La horticultura de Almería es una de las que menos productos fitosanitarios consumen según la Asociación Empresarial para la Protección de Plantas, AEPLA. Esto es debido al empeño que el sector está desarrollando en encontrar nuevos métodos naturales para acabar con las plagas que azotan los cultivos. Desde la Universidad de Cádiz llega un nuevo método, que puede servir de gran utilidad para la agricultura almeriense, basado en la aplicación de las últimas técnicas en biología molecular y estructural para crear alternativas naturales y biodegradables para el control de plagas. La investigación se ha basado en conocer el funcionamiento de los fungicidas naturales, basado en el conocimiento de las toxinas excretadas por algunos hongos para infectar a las plantas. Según los expertos, este conocimiento ha permitido diseñar una alternativa consistente en el uso de análogos biosintéticos de estas fitotoxinas para inhibir la producción de toxinas por parte del hongo. Este tipo de fungicidas permitiría sustituir a los de síntesis. Una de las más recientes aportaciones de los expertos de Cádiz se basa en los derivados del ‘Clovano’, un producto manual que se encuentra en muchas especies vegetales. Así, estos derivados clovánicos pueden actuar como agentes fungicidas de bajo impacto ecológico sin dejar residuos ni provocar efectos secundarios. De esta manera se deshabilita una de las armas que el microorganismo utiliza para infectar a la planta, lo que permite controlar la infección. Los expertos destacan además que, al intervenir sólo en aspectos conocidos y concretos del metabolismo del hongo, se evita la interferencia con otros procesos biológicos. En el caso de los derivados clovánicos, se puede hablar de un doble uso, ya que además de reducir el crecimiento del hongo, estos derivados tienen propiedades profilácticas.