La mosca tiene esta denominación porque, además de ser un depredador de Bemisia tabaci, también los es de otros dípteros, e incluso ante la escasez de presas devoran a sus propios congéneres, principalmente a los machos. También las larvas de la mosca tigre tienen capacidad depredadora por lo que pueden devorar las larvas de insectos perjudiciales y contribuir a un control biológico conjuntamente con el adulto, por tanto. La fase en la que se trabaja actualmente es la de la capacidad de depredación de los adultos sobre las moscas blancas y colateralmente sobre otros insectos que sirven de fauna auxiliar del invernadero. En el caso de El Ejido, la concejalía de Agricultura y Medio Ambiente había detectado su presencia en la zona norte del municipio, resultando que, efectivamente, y según las investigaciones de Téllez, es en los municipios de Dalías y Berja donde hay más presencia de esta mosca, también denominada asesina. El concejal ejidense puntualizó que en la actualidad conocen la distribución geográfica, su distribución en el invernadero y algunos factores que influyen en la aparición de este insecto, por lo que se puede hacer una aproximación a la dinámica poblacional de la mosca tigre en el invernadero, aunque falta mucho por conocer. En la actualidad se está trabajando en el estudio de la cría a pequeña escala en laboratorio, o sea, en cautividad. Jorge Viseras mostró su optimismo acerca de este proyecto que María del Mar Téllez, en compañía de Tomás Cabello y otros grandes investigadores, vienen desarrollando con extraordinarios resultados. “Aquellos augurios de técnicos y agricultores que, en mi despacho de la concejalía me contaban con entusiasmo aquellas aptitudes depredadoras de una mosca, que aún recibiendo el calificativo de asesina puede convertirse en un gran aliado para una agricultura cada vez más natural, más ecológica y en definitiva, más respetuosa con la gente y el medio ambiente, haciendo cada vez más sólida la frase que venimos divulgando por toda Europa de Cultivamos la calidad con seguridad”, concluye Viseras.