De esta forma se puede conocer cuáles son las medidas que ha de tener en cuenta el trabajador y para ello el estudio se centra no sólo en las condiciones del espacio de trabajo sino también en las de la persona. «Se tienen en cuenta también aspectos como las pulsaciones de las personas y la temperatura de la piel». Así dependiendo de las características de cada uno el estudio tiene previsto establecer unas normas generales. Y es que el estudio todavía no se ha finalizado, se encuentra en un estado avanzado y se espera que en dos o tres meses se pueda dar a conocer públicamente. Temperaturas «A partir de los datos obtenidos, y tras un previo análisis de éstos podremos aportar soluciones del tipo; aconsejar qué tipo de ropa ha de llevar el trabajador para no correr riesgos o pautar qué tipo de trabajos se deben realizar en los diferentes momentos del día dependiendo de la temperatura». Una serie de medidas que pretenden regular el trabajo en el sector agrícola. En esta línea el responsable del estudio explicaba que para la realización de este trabajo se ha contado con la colaboración de técnicos y se han llevado a cabo un elevado número de entrevistas a personas que están trabajando en el campo. De esta forma se ha podido determinar de una forma práctica cuál es la situación real. En cuanto al grado de incidentes que se registran en este ámbito y la intensidad de éstos, navarro aseguraba que no es muy elevado. «Teniendo en cuenta los estudios que estamos llevando no se dan muchos incidentes, y los que se producen suelen ser leves, pequeños cortes, golpes, incidentes que no quedan ni registrados. Es un sector que no registra grandes índices de peligrosidad como puede ser, por ejemplo, la construcción». Utensilios El interés por parte de las administraciones en incidir en materia de prevención está dando resultados en el ámbito agrícola. Así lo afirmaba el responsable del estudio quien añadía que «cada vez son más las personas que utilizan los utensilios necesarios para su trabajo. Así el uso de mascarillas guantes para trabajar con cultivos que pueden ser agresivos como el tomate cada vez es una práctica que cada vez está más generalizada. Hay más conciencia». Además hacía incidencia en el trabajo que se viene haciendo desde el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos agrícolas de Almería. «El colectivo de técnicos está muy interesado y realiza muchas actividades en torno a este tema. Somos unos 1.100 colegiados una cantidad relevante y representativa para hacer fuerza y llevar acabo iniciativas diversas». Así se espera que dentro de unos meses se publique este estudio que aportará más claves a los trabajadores del campo para evitar riesgos innecesarios. Un estudio innovador que dará paso a un tercero en un futuro que según explicaba Navarro posiblemente se centre en los riesgos que afectan a la construcción de invernaderos. Izaskum Argemí