El Consejo agrícola acordó las reglas para los fondos del desarrollo rural, aunque queda pendiente el presupuesto definitivo para estas políticas, tras el fracaso de la cumbre europea, la semana pasada, que no logró fijar las perspectivas financieras. La propuesta aprobada es más flexible que la que había presentado la Comisión Europea inicialmente y recoge demandas españolas, como el trato especial a Canarias, ayudas a medianas empresas o el mantenimiento de las actuales zonas desfavorecidas con derecho a apoyos. El actual presidente del Consejo de Agricultura, el luxemburgués Fernand Boden, manifestó que el acuerdo político demuestra que la Unión Europea "es capaz de aprobar decisiones importantes", pese al fracaso del Consejo Europeo. Boden, valoró que el Consejo agrícola haya sacado adelante un compromiso en una situación "difícil", tras los noes de Francia y Holanda a la Constitución europea y los malos resultados del Consejo Europeo de la semana pasada. La asignación definitiva para el desarrollo rural está pendiente de que la Unión pacte las perspectivas financieras, si bien la Comisión Europea propone 88.700 millones de euros, aunque es difícil que este dinero se mantenga, según reconoció la comisaria de Agricultura, Marianne Fischer. Recordó, no obstante, que la reforma de la Política Agrícola Común refuerza la partida para el desarrollo rural mediante el dinero que se recorta a las ayudas directas, tal y como se acordó en 2003.