Las bodegas Muga y CVNE, de Rioja, han constatado que la reducción de un milímetro en el gollete o cuello de las botellas de vino destinado a la crianza puede mejorar la calidad de los vinos criados. Esta es la conclusión de la reunión que celebró en Logroño la Plataforma para la Defensa del Corcho y una representación de ambas bodegas, en la que éstas explicaron su experiencia con la utilización de botellas con gollete de 17,5 milímetros. El asesor de la Plataforma, Jorge Armendáriz, explicó que actualmente las bodegas trabajan con botellas de un gollete de 18,5 milímetros de diámetro y un tapón de corcho de 24 milímetros. Para la formación de los aromas del vino criado durante su envejecimiento en botella necesita ausencia de oxígeno. Por lo tanto, las condiciones de estanqueidad que debe aportar el tapón de corcho al gollete de la botella deben ser lo más idóneas posibles para que se evite la entrada de oxígeno, haya una homogeneidad en la formación de los aromas y, por lo tanto, se mejore la calidad del vino.