Las últimas experiencias llevadas a cabo por la Fundación Cajamar en torno a la utilización de plásticos antiplagas como cubiertas para los invernaderos demuestran que éstos son un buen complemento para la fauna auxiliar utilizada para combatir las plagas y, además, no dificultan el trabajo de polinización de los abejorros, aunque sí el de las abejas. Ésta fue una de las conclusiones presentadas durante el sexto y último Seminario Técnico Agronómico de la campaña 2007/2008, organizado por la Fundación Cajamar en colaboración con Coexphal-Faeca. En este sentido, Corpus Pérez, investigadora de la Estación Experimental, explicó que, en el caso de un cultivo de melón de invierno, «el uso de un plástico antiplagas controla la presencia de mosca blanca y trips, pero también reduce la entrada y salida de abejas en las colmenas». Asimismo, y debido a esta menor actividad de las abejas, el cultivo pierde producción frente a la cosecha de un invernadero con una cubierta térmica común. La situación, sin embargo, es completamente distinta cuando se utilizan los abejorros como polinizadores. En este segundo caso, según Pérez, «el antiplagas sigue controlando la mosca y los trips» y, además, «los abejorros siguen haciendo su trabajo». Tanto es así que las experiencias llevadas a cabo por los investigadores de la Estación Experimental demuestran que, con este tipo de cubierta, los abejorros, durante el primer día en el que están en el interior del invernadero, tienen un índice de actividad del 80 por ciento, mientras que dos días más tarde ya trabajan a pleno rendimiento.