Los ocho productos que comercializa AgroMurgi son manipulados y envasados en el almacén de la empresa. Para cada producto hay una línea de calibrado automática, con líneas de distribución donde cada producto va a parar a su correspondiente maquinaria para su envasado. Además, cuentan con cámaras frigoríficas para que las hortalizas se mantengan en condiciones idóneas. Las marcas bajos las que llegan los productos de esta comercializadora son ‘AgroMugi’ que es la más utilizada y la que otorga los signos de identidad de la empresa, ‘A&M’ empleada en segundo lugar y por último ‘Ceres’. En metros construidos AgroMurgi tiene entre las dos instalaciones que poseen en la provincia, una la sede central situada en la calle Pérgola número quince de El Ejido y un segundo almacén situado en el municipio de Adra, unos 40.000 metros cuadrados. Del mismo modo, AgroMurgi cuenta con ciento cincuenta socios que tienen en cultivo unas quinientas veinte hectáreas, donde existen socios con veinte y otros con dos hectáreas. “Nuestros socios siempre reciben el mismo trato no importa que tengan más o menos hectáreas, nosotros siempre estamos pendientes de sus necesidades”, matiza Daniel García. AgroMurgi cuenta con diecisiete años de experiencia en el sector hortofrutícola almeriense. En un principio comercializaba un amplio abanico de productos pero en la actualidad a lo que tiende es a la especialización en algunos productos y en la reducción de ese abanico. “Dentro de las OPFH, Organización de Productores de Frutas y Hortalizas, Cooperativas y SAT estamos entre las primeras de Almería y por ende de Andalucía, ya que, en nuestra provincia es donde más empresas de este tipo se concentran”, expone el Daniel García. AgroMurgi cuenta con un Departamento Técnico de Campo para asesorar a los agricultores y controlar la calidad de los productos. El Departamento de Calidad encaminado a conseguir y mantener las certificaciones de calidad más importantes, además de los departamentos Comercial, Producción y Almacén, de Recursos Humanos y de Administración... El control de los productos se lleva a cabo en el laboratorio de Coexphal, de la que es socio. Allí realizan análisis de control de residuos en los productos que comercializan. “Nosotros tenemos una normativa muy estricta, si alguno de nuestros agricultores no supera los controles no comercializamos sus productos. Además, establecemos unas sanciones económicas para los socios que utilicen productos no permitidos. De todas formas, esto casi nunca ha ocurrido”, puntualiza Daniel García. M. Belén Garre ir a comercialización