El equilibrio entre insectos vectores y plagas ha vuelto a la normalidad presentada en el inicio de campaña en las últimas semanas a los invernaderos almerienses que cultivan median control biológico. La intensificación del frio en la zona dedicada al cultivo de hortalizas con la entrada del mes de diciembre, provocó que parte de la fauna auxiliar pereciera. No en vano, como explica Jan van der Blom, responsable del Departamento de Control de Plagas de Coexphal, este tipo de insectos beneficiosos son muy sensibles a las bajas temperaturas. Según indica, el desequilibrio apenas se notó unos días, pues «en esta época comienza a desaparecer la floración en la planta y con ella el aumento de la aparición de plagas». Asimismo la fauna auxiliar se ve perjudicada por este hecho, de modo que la disminución de ambas especies se ha visto compensada Cabe destacar que las plagas también se han visto afectadas por el descenso de las temperaturas lo que «ha facilitado que el éxito de la lucha integrada no haya peligrado en la mayoría de los casos», aseguran desde las distintas organizaciones agrarias. Aunque el clima, en estos momentos es similar al inicio de diciembre, la situación al respecto está tranquila, ya que como indica Francisco Vargas, presidente de Asaja-Almería, «por estas fechas, no se suelen hacer sueltas de insectos, porque las plagas están controladas». Por su parte, Andrés Góngora, secretario de Coag, confirma este momento y asegura que entre los agricultores asociados a su organización «apenas se han producido problemas hasta el momento». Jan van der Blom, experto en la materia, afirma en relación a las dificultades de última hora que puedan acontecer en el desarrollo de este método, que «en los casos, seguramente pocos, que se deba acudir al tratamiento fitosanitario, se combatirá eficazmente las plagas, sobre todo porque al no haberse utilizado durante toda la campaña el efecto que produce es notablemente superior al que manifiesta si se hubiesen estado tratando».