La Ministra de Agricultura, Elena Espinosa, asegura que el Real Decreto que regulará la coexistencia de los cultivos modificados genéticamente (OGM) con los tradicionales se basará en principios de transparencia y equilibrio. Para ello avanzó que la norma obligará a los agricultores que quieran sembrar cultivos transgénicos a informar además de a las autoridades autonómicas, a los agricultores colindantes. La industria de semillas que distribuya cultivos modificados genéticamente deberá informar al agricultor del contenido de la ley en relación con sus obligaciones, así como de todo lo relacionado con las normas de trazabilidad y etiquetado. El Real Decreto determinará la disposición de las zonas de aislamiento, zonas tampón y los tiempos de siembra para minimizar los riesgos de contaminación cruzada entre los distintos tipos de cultivo, aunando los intereses de los que opten por variedades transgénicas y las convencionales, asi como con los ecologistas. La ministra ha anunciado que se pondrá en marcha un Plan Nacional de Supervisión, que llevará a cabo controles en las parcelas sembradas con variedades transgénicas y los colindantes para vigilar y controlar los riesgos de contaminación. Elena Espinosa recordó que el resto de los Estados comunitarios no se ha regulado la coexistencia entre los cultivos modificados genéticamente y los convencionales, y que en los países terceros que las cultivan con fines comerciales, sólo cuentan con guías de buenas practicas