La unidad de Fisiología, del CIFA de La Mojonera perteneciente al área de producción agraria del IFAPA pondrá en marcha a partir de la campaña que viene una nueva línea de investigación para estudiar el efecto que la aplicación de lombrices a restos vegetales produce en este material y evaluar posteriormente la posibilidad de emplearlo como sustrato o componente del mismo, ya que, aunque todavía hay que realizar muchas pruebas, estudios anteriores con otros residuos orgánicos han demostrado los efectos beneficiosos que tienen estos nuevos materiales para el sector agrícola en general. Hasta el momento, los sustratos que se han utilizado en los cultivos son la perlita, la lana de roca o la fibra de coco. Aunque la Universidad de Almería ha trabajado ya anteriormente en la aplicación de compost de restos vegetales como sustratos alternativos, la aplicación de las lombrices (vermicompostaje) en estos restos es algo completamente nuevo. La idea, según explicó Raquel Melgar, Investigadora del CIFA, surge a raíz de otra investigación que se ha estado desarrollando en la EEZ (CSIC) de Granada, y en la que ha colaborado personalmente, con otro tipo de restos (Alperujos y orujos) a los que se le ha aplicado la lombriz (Eisenia andrei). El proceso de compostaje normal consiste en una transformación de la materia orgánica a través de microorganismos obteniéndose un material que puede ser aplicado al suelo, como sustituto del estiércol o como sustrato para semilleros o cultivos hortícolas. En el proceso se acumula el material y se produce una activación microbiana, lo que conlleva que se alcancen altas temperaturas, se produce al mismo tiempo una variación en las poblaciones microbianas. Al final del proceso, la temperatura vuelve a bajar produciéndose una reorganización de la materia orgánica y una estabilización de la misma. El CIFA va a probar en la transformación de los restos vegetales la utilización de lombrices para que sean éstas las que transformen la materia orgánica.