Durante la IX Conferencia Internacional del Mal de Alzheimer se presentó un estudio realizado por científicos de la Universidad de Harvard en el que se exponía que una dieta basada en el consumo abundante de frutas y hortalizas, combinada con ejercicio y un poco de vino aumenta los niveles de buen colesterol y demora el desarrollo del mal de Alzheimer, una enfermedad cerebral degenerativa e incurable, entre las mujeres. De esta manera, se ha comprobado que un alto nivel del colesterol bueno (lipoproteína de alta densidad) es más importante en la determinación del riesgo de una mujer ante la posibilidad de padecer Alzheimer. Para el desarrollo de esta investigación los expertos de Harvard analizaron los datos de 39.000 mujeres en un estudio realizado de 1992 a 1995 sobre factores de riego de mal cardiovascular, incluidas las muestras de sangre del setenta y cinco por ciento de las mujeres. Tras estas pruebas, se llegó a la conclusión de que las mujeres que consumieron frutas y hortalizas cuando estaban en la mitad de su vida, mantuvieron más de sus capacidades mentales al llegar a los setenta que aquellas que comieron una cantidad menor de estas verduras. Por este motivo, los beneficios de una dieta en la que abunden las hortalizas pueden preservar la función mental en la edad avanzada, y eso posiblemente demore el comienzo del mal de Alzheimer.