Científicos británicos y australianos han desarrollado un sistema para hacer que los insectos no desarrollen resistencia a los pesticidas, o lo hagan en mucha menor medida de lo que lo hacen actualmente, lo que podría suponer un importante ahorro y mejora medioambiental al alargar la vida útil de los insecticidas y poder utilizarse dosis menores. La resistencia a los pesticidas se produce por el mismo uso de los productos, que selecciona los insectos más resistentes dentro de la propia variabilidad genética de la especie. El mecanismo de resistencia más común es que el insecto produzca encimas que descomponen la molécula insecticida. El método que se ha desarrollado consiste en un compuesto que bloquea estas encimas antes de la aplicación del insecticida, unas horas más tarde. Se trata de piperil butoxido un compuesto derivado originalmente del árbol del sasafrás, una planta de la familia de las lauráceas originario del este de Norteamérica, que se utiliza desde hace años para mejorar la efectividad de otros productos químicos. El Piperil bloquea la encima que descompone el insecticida debilitando su resistencia. En tests realizados en España y Australia contra mosca blanca, el sistema ha mostrado un 100% de efectividad.